
En la primera parte de este artículo, mencioné que el Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino se encuentra dividido en 5 partes. La segunda parte trata sobre las líneas de acción para la pastoral en donde resalta como primer punto, el sacrificio eucarístico como fuente y cumbre de la vida cristiana. Hoy en día, existe la gran necesidad de un acercamiento y una mayor y profunda comprensión y apreciación de la Sagrada Eucaristía, la iniciativa del Avivamiento Eucarístico es ejemplo de ello.
El papa Bendicto XVI en su Homilía en Explanada Marienfield menciona “el Cuerpo y la Sangre de Cristo se nos dan para que también nosotros mismos seamos transformados… Su dinámica nos penetra y desde nosotros quiere propagarse a los demás y extenderse a todo el mundo…” de tal manera, al ser enviados al mundo podremos dar fruto.
El plan pastoral menciona incluir a los marginados y a aquellas personas excluidas por la sociedad, es aquí donde es importante subrayar que es esencial ejercer nuestro carácter como pueblo profético. Por lo tanto, formarse en la Palabra es necesario, “una formación en la fe y una catequesis que lleven a un proceso de aprendizaje y conversión pastoral de por vida, siempre enraizado en el encuentro personal con Jesucristo, con un claro énfasis en el conocimiento y uso de la Biblia” (Parte II, #2).
Además, se hace mención de “un modelo pastoral de encuentro con Cristo, acompañamiento y cercanía” (Parte II, #3). Desde el inicio del proceso del V Encuentro hemos seguidos los pasos que nuestro Santo Padre indica en Evangelii Gaudium #24, primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar. El papa Francisco continuamente nos llama a ser alegres discípulos misioneros, ser Iglesia en salida.
Es dentro de este contexto que somos parte de una comunidad multicultural que enriquece la vida de la Iglesia, en donde se busca la integración e inclusión de todos. En el plan pastoral, los obispos recomiendan “apreciación de la memoria histórica, inclusión activa, diversidad y dones, práctica del acompañamiento, oportunidades de formación y esperanza perdurable” (Parte II, #4).
Finalmente, se indica ser una Iglesia sinodal en donde guiados por el Espíritu Santo caminamos juntos en colaboración. Y así, “Responder a la presencia hispana/latina es responsabilidad de toda la Iglesia—y al mismo tiempo, la comunidad hispana/latina tiene la responsabilidad de asumir su rol en la vida y misión de toda la Iglesia” (Parte II, #5).
Para revisar esta sección del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino, visiten ncaddhm-usa.org/usccb-national-pastoral-plan-for-hispanic-latino-ministry/.
Eva Gonzalez, directora de Ministerio Hispano, Arquidiócesis de Louisville.