Esta reflexión es parte de una serie enfocada en las 10 Prioridades Pastorales del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino
La prioridad de formación en la fe y catequesis me lleva a reflexionar en la manera como estamos transmitiendo la fe hoy en día. El Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino nos indica que los padres de familia no siempre están preparados para realizar su función. Es decir, educar a los hijos en la fe. Esto me hizo pensar en la cita del Evangelio de San Mateo 28:19-20 “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia”.
Este es un gran llamado que Jesús nos hace. Pero cómo hacerlo cuando existe un desconocimiento sobre las verdades de nuestra fe por falta de catequesis. En la exhortación apostólica Catechesis Tradendae se indica:
“La catequesis tiende pues a desarrollar la inteligencia del misterio de Cristo a la luz de la Palabra, para que el hombre entero sea impregnado por ella. Transformado por la acción de la gracia en nueva criatura, el cristiano se pone así a seguir a Cristo y, en la Iglesia, aprende siempre a pensar mejor como Él, a juzgar como Él, a actuar de acuerdo con sus mandamientos, a esperar como Él nos invita a ello” (#20).
Esto nos lleva a considerar los enfoques pastorales que indica el plan los cuales entrelazo en este escrito. Entre estos se encuentran el de brindar oportunidades de aprendizaje y de encuentro considerando la cultura y el idioma. Actualmente, existen oportunidades en línea por medio de universidades e institutos. Por otro lado, existen también recursos de casas editoriales que toman esto en cuenta. Además, las diócesis/parroquias ofrecen oportunidades de formación y encuentros. Cabe resaltar, la inclusión de aquellos en las periferias como las personas con discapacidades o en centros de detención.
El tiempo extendido de la catequesis durante la niñez y adolescencia se presenta como una gran oportunidad no solo para ellos, sino también para los padres de familia. Es durante este tiempo en donde puede integrarse un mayor conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia, la moral cristiana, el valor de las vocaciones entre otros tantos. Además, implementar lo aprendido a través de proyectos comunitarios con otros ministerios e instancias resulta provechoso para la colaboración y crecimiento. Todo esto ayudará a que los padres de familia puedan ejercer mejor su rol al ser los principales catequistas de sus hijos.
Además, la catequesis debe estar aunada a la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, como indica el Catecismo de la Iglesia Católica #1074:
“La liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (SC 10). Por tanto, es el lugar privilegiado de la catequesis del Pueblo de Dios. “La catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental, porque es en los sacramentos, y sobre todo en la Eucaristía, donde Jesucristo actúa en plenitud para la transformación de los hombres” (CT 23).
Así mismo, uno de los enfoques pastorales menciona que quienes ofrecen catequesis requieren de una formación integral y mentoría. De esta manera se estará mejor formado para enseñar y continuar desarrollándose. Aspectos que resaltan en el enfoque pastoral son: el manejo de la Biblia, cómo enseñar, uso efectivo de la tecnología y habilidades interculturales entre otros. Además, se enfatiza en la formación de catequistas bilingües entre quienes se encuentran los jóvenes. El uso de los idiomas inglés y español y aspectos culturales serán necesarios para así incluir a toda la familia en su formación de fe.
Finalmente, incluyo una cita del Directorio para la Catequesis que espero les ayude a continuar con su reflexión, “Los adultos no deben ser considerados receptores de la catequesis, sino protagonistas junto con los propios catequistas” (#262).
Eva Gonzalez, directora de Ministerio Hispano, Arquidiócesis de Louisville