Esta reflexión es parte de una serie enfocada en las 10 Prioridades Pastorales del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino
Partiendo de la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi en donde se indica que la evangelización es la vocación propia de la Iglesia, en mi reflexión, significa que siempre será una prioridad. No hay mayor alegría que anunciar la Buena Nueva a los demás una vez que se ha tenido un profundo encuentro, conversión y apego a Jesucristo. Es tanta la alegría que no puede contenerse sola para uno mismo. El Documento de Aparecida #12 indica “No se empieza a ser cristiano por una decisión ética o una grande idea, sino por el encuentro de un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, así una orientación decisiva”.
Por lo tanto, de acuerdo con el objetivo indicado bajo la prioridad de Evangelización y Misión en el Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino cómo podemos “desarrollar o potenciar prácticas pastorales que den prioridad al encuentro con las personas en las periferias con un mensaje de acogida y esperanza”. El plan ofrece seis enfoques pastorales en los cuales ofrezco mi reflexión personal a continuación:
El primer enfoque habla sobre evaluar varios puntos respecto al compromiso con el discipulado misionero. Esto me llevó a pensar en que evaluaciones periódicas ayudan a que la actividad pastoral no deje de crecer. Es decir, cambiar o adaptar lo que se realiza de acuerdo con las experiencias y contexto histórico en el que vivimos. Para ello será necesario el discernimiento, a lo cual nos llama el segundo enfoque pastoral.
Considero que una pastoral vivificante es aquella que no queda cerrada en un círculo de unos cuantos, sino que se abre para llegar a aquellos en las periferias. Cabe resaltar, de acuerdo con el tercer enfoque pastoral, la formación del discípulo misionero. Esto es primordial y en donde no se puede prescindir de la colaboración. Actuar de manera aislada no es a lo que hemos sido llamados, pertenecemos a una comunidad. El Documento de Aparecida #278 indica “No puede haber vida cristiana sino en comunidad en las familias, las parroquias, las comunidades de vida consagrada, las comunidades de base, otras pequeñas comunidades y movimientos”.
Pero ¿en dónde debe infundirse una perspectiva misionera? Esta pregunta nos lleva a analizar el cuarto enfoque pastoral. Todos los entornos, que van desde las celebraciones litúrgicas, los planes pastorales, la catequesis, los diferentes grupos en las parroquias, estructuras eclesiales y más deben llenarse de esta perspectiva que no es temporal, sino permanente.
Para ello, la comunicación entre los diferentes ministerios, grupos, organizaciones y la comunidad en general es necesaria en donde debe fortalecerse el diálogo y la escucha. Aquí entro en el quinto enfoque pastoral sobre el uso de las redes sociales. Como sabemos, vivimos en una época en donde no se puede prescindir de ello, y el buen uso de la variedad de redes sociales funcionan como herramientas para la evangelización.
Finalmente, el sexto enfoque pastoral habla sobre un recurso titulado Creando una Cultura de Encuentro: Una Guía para Alegres Discípulos Misioneros de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB). Es un recurso adaptado al utilizado durante el proceso del V Encuentro. Para quienes tuvimos la oportunidad de participar en dicho proceso, conocemos cuan eficaz fue. La meta de este recurso es “discernir formas en las que la Iglesia local pueda responder mejor a los que viven en las periferias de la sociedad, y potenciar modos en que los fieles respondan como discípulos misioneros al llamado de la Nueva Evangelización, sirviendo a toda la Iglesia” (p. 59).
Eva Gonzalez, directora de Ministerio Hispano, Arquidiócesis de Louisville