Esta reflexión es parte de una serie enfocada en las 10 Prioridades Pastorales del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino
Al inicio del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino, los Obispos reconocen que uno de los dones de la comunidad hispana/latina es el “amor por la familia”. Sin embargo, hoy en día existen bastantes retos que son desafiantes para mantener la estabilidad familiar. Uno de los objetivos del plan es fortalecer la formación matrimonial; es imperativo tener esto en cuenta al momento de la preparación matrimonial y después de esta. Es decir, continuar caminando junto con las parejas en donde dicho acompañamiento puede ser realizado por parejas capacitadas. Los enfoques pastorales consideran lo mencionado anteriormente, así como “oportunidades de restauración” para parejas atravesando por dificultades, aquellas buscando la anulación matrimonial entre otras situaciones.
El documento La Vocación y la Misión de la Familia en la Iglesia y el Mundo Contemporáneo indica:
“El conjunto de relaciones de parentesco, más allá de la pequeña unidad familiar, ayuda en la educación de los hijos, la transmisión de valores, la salvaguardia de los vínculos entre las generaciones y el enriquecimiento de la vida espiritual” (#11).
Lo indicado en el documento me hace reflexionar en las familias que no cuentan con familiares cercanos a ellos, en familias donde existe un alejamiento por diferencias de opinión y familias con situaciones muy particulares. Precisamente por todo esto, siendo la Iglesia la familia de familias, creo cuán importante es el apoyo de las familias entre sí.
Por lo tanto, en los enfoques pastorales indicados en el plan que tratan sobre la importancia del involucramiento de los padres de familia y abuelos en la formación de fe de los hijos, y que hacen referencia a la importancia de la catequesis de los niños, comprensión y fortalecimiento del llamado bautismal, el discernimiento vocacional en la familia, y el considerar eventos intergeneracionales; resulta de gran ayuda el contar con pequeñas comunidades de familias en donde puedan seguir creciendo y apoyándose, además de contar con recursos para todas las edades.
En la exhortación apostólica Amoris Laetitia, el papa Francisco indica:
“El camino de la Iglesia…, es siempre el camino de Jesús, el de la misericordia y de la integración […] El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre y difundir la misericordia de Dios a todas las personas que la piden con corazón sincero… Entonces, «hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y hay que estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición».
Teniendo en consideración estas palabras de la exhortación es necesario estar capacitados para poder ofrecer un acompañamiento adecuado. Entre las situaciones indicadas en los enfoques pastorales se menciona un gran número de situaciones tanto desafiantes como únicas en donde a manera de ejemplo solo indico algunas como: “violencia doméstica, embarazos inesperados, adicciones, el divorcio, la discordancia de género, la atracción por personas del mismo sexo y el aborto”. Les invito a revisar el plan para ver todas las situaciones que se indican en https://vencuentro.org/wp-content/uploads/2023/12/Plan-Pastoral-Nacional-para-el-Ministerio-HispanoLatino.pdf
¿Conocen a familias atravesando por alguna de estas situaciones? ¿Cuál es el resultado cuando no se provee acompañamiento? ¿Qué impacto tiene en la comunidad? ¿De qué manera abogo por la familia? Estas son algunas preguntas en las cuales reflexioné y que espero ustedes también consideren en reflexionar.
Es necesario hacer todo lo que se tenga que hacer hoy por el bien de cada familia, el bien común de la sociedad y la Iglesia.
Eva Gonzalez, directora de Ministerio Hispano, Arquidiócesis de Louisville
Me párese muy bien trabajar con las familias para que las muevas generaciones tengan en cuenta que es necesario estar informado instruido que dentro de nuestra fe católica tenemos muchas herramientas y tradiciones que nos ayudan a decirle no a muchas cosas que la sociedad nos ofrecen como cosas que parecen buenas pero para los ojos de Dios no lo es .