Investigador emite reporte sobre abuso

El abogado Mark Miller, llevó a cabo una revisión independiente del manejo del abuso sexual del clero de la Arquidiócesis de Louisville, presentó sus hallazgos en una conferencia de prensa el 8 de febrero en el Centro Pastoral. (Foto por Jessica Able)

Por Marnie McAllister
Editora de The Record

Un reporte por un investigador independiente sobre el manejo del abuso sexual del clero por parte de la Arquidiócesis de Louisville durante el transcurso de más de 80 años comienza como una historia de fracaso seguida por lo que el reporte llama “un cambio radical” en los últimos 17 años.
El abogado Mark Miller escribió el reporte que incluye una lista de 34 sacerdotes de la Arquidiócesis de Louisville acusados de manera creíble, después de pasar tres meses revisando más de 400 archivos y miles de páginas de documentos.

El describió su proceso y lo que encontró durante una conferencia de prensa el 8 de febrero en el Centro Pastoral de la Arquidiócesis de Louisville, presentando formalmente su reporte a los medios y a John Laun, presidente de la Junta de Revisión de Abuso Sexual de la Arquidiócesis.
La junta solicitó a un tercero en la investigación el pasado otoño, de acuerdo al arzobispo Joseph E. Kurtz.

Miller es un Exabogado de los Estados Unidos, Excomisionado de la Policía Estatal de Kentucky y Exjuez General Defensor.

Durante la conferencia de prensa, el arzobispo Kurtz repetidamente indicó que el reporte es un preliminar, un comienzo, no un final, de un esfuerzo mayor de brindar sanación a las víctimas y transparencia al manejo del abuso sexual del clero por parte de la Arquidiócesis.

“Nuestro propósito principal hoy es la sanación, sanación de las personas que son víctimas sobrevivientes, muchas de las cuales a quienes he hablado directamente y que me han dicho que tener un reporte y una lista creíble de sacerdotes acusados proveerá validación para algo que ha sido parte de su vida, a menudo por muchas décadas.

“Y segundo”, mencionó. “Hay el pensamiento de que inspirará a otros que no han venido ahora a buscar la sanación que verdaderamente merecen”.
Instó a las personas que quieren reportar un abuso de contactar a la policía y a la Arquidiócesis, añade, “No se retrasen en eso”.

La revisión de Miller identificó a 34 sacerdotes acusados creíblemente de abusar sexualmente de uno o más niños desde los años de 1930. Un adendum al reporte incluyó una lista de otros 14 hombres: 13 miembros de órdenes religiosas y un obispo con acusaciones creíbles.

Todos los 48 hombres figuran en el sitio web de la Arquidiócesis, www.archlou.org.

Entre los enumerados hay 22 sacerdotes diocesanos con acusaciones creíbles que han sido confirmadas. Están enumeradas en el sitio web junto con sus asignaciones en el pasado. Ya sea que ellos han fallecido, removidos del ministerio o en prisión.

Miller escribe que reportes de abuso en estos casos fueron “confirmados ya sea por admisión del sacerdote, una investigación criminal y proceso penal, una revisión de la Junta de Revisión de Abuso Sexual o por otra corroboración del reporte”.

Una docena de sacerdotes están enumerados de tener acusaciones creíbles que no podían ser totalmente investigadas. Están enumeradas en el sitio web junto con sus asignaciones pasadas.

En esos casos, escribe Miller, “no había suficiente información para investigar completamente y confirmar el reporte. Por ejemplo, el sacerdote ya falleció y/o la víctima/sobreviviente ha podido compartir solamente información limitada, o había ausencia de corroborar la información o los registros”.

Todos han fallecido excepto uno, que ya no es un sacerdote.

La Arquidiócesis dio un adendum al reporte del Sr. Miller que enumera a 14 hombres adicionales: 13 miembros de órdenes religiosas y un obispo con acusaciones creíbles. Los miembros de las órdenes religiosas no fueron incluidos en la investigación que realizó Miller porque la Arquidiócesis solo tiene archivos limitados, indica el adendum. Los hombres de órdenes religiosas tienen sus archivos personales. La lista en línea de la Arquidiócesis de estos hombres incluye información de contacto para sus órdenes religiosas.

El caso del obispo J. Kendrick Williams que sirvió como sacerdote en la Arquidiócesis de Louisville antes de ser obispo de Lexington, Ky. ha sido referido a la Santa Sede.

Además de enumerar a aquellos con acusaciones creíbles, el reporte de Miller analiza el manejo del abuso por parte de la Arquidiócesis. El reporte dibuja una línea entre dos distintos períodos en la Arquidiócesis: anterior al 2002 y posterior al 2002.

En el 2002, la Arquidiócesis adoptó el “Estatuto para la Protección de Niños y Jóvenes” un documento aprobado por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos en junio del 2002.

El estatuto describe medidas preventivas para la protección de los niños y establece cómo las diócesis deben manejar los reportes de abuso. Al implementar el estatuto, la Arquidiócesis desarrolló políticas y procedimientos, un código de conducta y un programa de capacitación “ambiente seguro” que son obligatorios para los sacerdotes, así como para empleados y voluntarios que trabajan con niños.

Miller describe un distinto “cambio radical” en la manera como se manejaron las denuncias de abuso comenzando en el 2002.

“Fallas significantes en abordar el reporte de abuso sexual infantil existieron antes del Estatuto”, escribe en la conclusión de su reporte. “Parece que los reportes de abuso sexual infantil eran considerados más como una situación incómoda personal que un crimen serio con serios efectos a largo plazo.

Después, él escribe, “Con la promulgación del Estatuto, ha habido un cambio radical en la respuesta arquidiocesana a reportes de abuso sexual de niños. Reportar a la policía se enfatiza en todos los encuentros iniciales por cada uno involucrado en el proceso. La respuesta pastoral para aquellos que reportan abuso se enfoca en la víctima y las escalas son muy superiores a las necesidades de la persona que denuncia”.

También hace notar mejoras en evaluaciones psicológicas realizadas a sacerdotes acusados hoy en día y del cambio hacia una transparencia que continúa desarrollándose con la liberación de su reporte.

Miller dijo que él no contó el número de víctimas en archivos arquidiocesanos. En el 2003, la Arquidiócesis de Louisville resolvió 243 demandas civiles relacionadas a abuso sexual del clero por $25.7 millones.

El reporte completo de Miller, incluyendo la lista de aquellos creíblemente acusados, está disponible en https://www.archlou.org/report-sexual-abuse/.

El arzobispo Kurtz ha escrito una carta que acompaña al reporte. La carta enfatiza su preocupación por la sanación de víctimas-sobrevivientes y por transparencia.

En la Arquidiócesis de Louisville, cualquier persona que ha sido víctima de abuso sexual o tiene información sobre abuso sexual se le anima a contactar a la Sra. Martine Siegel, Coordinadora de Asistencia a Víctimas para la Arquidiócesis. Ella puede ser contactada en 502-636-1044 ó victimassistance@archlou.org.

Para reportar abuso a autoridades civiles, llame al servicio de protección de niños o a la policía local en su condado. Visite www.archlou.org/report para una lista de estas agencias por condado. La línea de abuso de niños en el estado es 1-877-KYSAFE1 ó 1-877-597-2331.

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