Esperanza en El Señor — Creando un presupuesto para la Cuaresma

Arzobispo Joseph E. Kurtz

Justo antes del Miércoles de Ceniza, formé mi presupuesto para la Cuaresma. Esto lo hago cada año. Apartando fondos para ser donados para caridad para la Pascua, tengo la tarea gozosa en oración tratando de ver qué es lo mejor este año. No recuerdo la cita exacta, pero en un sermón, San Agustín se refirió a este ejercicio como ¡disfrutando el banquete que Ud. ve que otro come debido a su generosidad!

Al preparar mi presupuesto este año, contaba con las palabras del papa Benedicto, cuyo mensaje de Cuaresma para el 2013 llama a la caridad que comunica como la “caridad” de Dios ha tocado mi alma. (Aquí está el enlace a su Mensaje de Cuaresma: www.archlou.org/HolyFatherLent.) Jesús ha dicho frecuentemente en los Evangelios que por el que ha sido perdonado, hay mucho amor… mucha caridad. Las parábolas también indican a esta realidad, aunque a veces en la dirección opuesta, cuando al que le fue perdonada una gran deuda no puede perdonarle a quien le debía una miseria.

El lunes anterior al Miércoles de Ceniza, pasé un día de oración en la Abadía de Nuestra Señora de Getsemaní. Siempre me gusta estar  ahí, pero este año fue realmente especial, porque los sacerdotes Trapistas acordaron estar disponibles para confesiones de sacerdotes aquella tarde. Que obsequio para prepararse para Shrove Tuesday recibiendo el Sacramento de la Reconciliación. Mayormente conocido en estos días como Mardi Gras, el nombre original “shrove” se refiere al acto de ser absuelto o perdonado.

Así que la Cuaresma comienza. El trípode cuaresmal aparecerá en las lecturas diarias: ore más profundamente y frecuentemente; dé a otros a través de la limosna; y ayune, tanto en la manera como los preceptos de la Iglesia indican (no comer carne los viernes y solo comidas simples, no refrigerios para el Miércoles de Ceniza y Viernes Santo) y algunos otros. Aquellos que no quieran prometer nada para la Cuaresma y solo tomar acción positiva, me temo, que pueda verse como aquellos que siempre y dondequiera quieren orar y terminan sin orar a ninguna hora. Los actos de sacrificio y ayuno pueden proveer una disciplina requerida.

Mi oración y mi ayuno tienen una dirección clara. De acuerdo al papa Benedicto, la oración y el ayuno debe descubrir la caridad abundante de Dios para mí ¡y yo debería de buscar maneras de darle las gracias! Aquí es como el presupuesto llega. Cada año comienzo con una cantidad. La Biblia provee una guía útil en el diezmo del 10% como buen punto de partida. Después la diversión comienza. Doy y ¡disfruto del banquete que veo que otro come por mi generosidad!

Escuché una plática por Matthew Kelly el mes pasado en donde el compartió los resultados de su libro nuevo, The Four Signs of a Dynamic Catholic: How Engaging 1% of Catholics Could Change the World. Su argumento reforzado por su propia investigación, es que de todos los católicos en los Estados Unidos, como el 7% pueden ser juzgados como profundamente  comprometidos en su fe y en el trabajo de la nueva evangelización.

Vale la pena leer su libro, especialmente su descripción de las cuatro características que remarcablemente este 7% parece compartir; proporciona un capítulo entero a cada uno. Las características comunes de estos individuos incluyen: una rutina personal de oración (frecuentemente desarrollada sin la ayuda de otros);  compromiso en el estudio continuo que regularmente alimenta su vida en la fe (otra vez, remarcablemente de diferentes maneras); un espíritu generoso que toma forma concreta dando a los trabajos de la Iglesia y otros proyectos que valen la pena; y la capacidad de hablar con otros acerca de su fe. Cómo comparten su fe es variado, pero lo que tienen en común es ¡la naturaleza pública de su fe y el valor a hablar acerca de ello a otros!

Así que, este presupuesto de Cuaresma es algo importante. Se pueden poner en marcha muchos aspectos de su fe y puede, de hecho, convertirse en lo que Matthew Kelly llama un evento disparador que abre las puertas para que la gracia fluya hacia el corazón de alguien que de otra manera podría estar en el 93% de aquellos no totalmente comprometidos. ¿Cuál es mi presupuesto y mi lista? Bueno, vaya a este enlace (www.archlou.org/LentBudget) para ver un segmento del programa de televisión de Conversations y escuche más. No le menciono la cantidad, pero hablo de este proceso y de mis reflexiones iniciales.

Un pensamiento final involucra el potencial de sus actos de caridad a ser llevados a cabo personalmente y en oración. Conociéndolos, soy llamado a ayudar, inclusive a visitar y hacer amistad con aquellos que ayudo, es algo que Jesús seguramente hizo, al extender su vida de alivio y perdón a tantos en Su ministerio publico. De algunas maneras, el dar es una calle de  doble sentido. Ese cliché familiar, “yo recibo más que lo que doy”, realmente es cierto. Mientras que el obsequio hacia otro no es superficial y dado a regañadientes, las amistades formadas pueden resultar en una experiencia mutuamente enriquecedora.

No se delate. Forme su presupuesto ahora, y comience a ver con el empujón de Dios en cómo gastarlo antes de la Pascua.

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