Por Carol Glatz, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – Dado que a los católicos se les invita a acercarse a la confesión como acto significativo para su vida en la Cuaresma, el papa Francisco ofreció algunas sugerencias para ayudar a la gente a que se prepare para el sacramento de la penitencia.
Después de una breve explicación del porqué las personas deben confesarse, “pues todos somos pecadores”, el papa presentó una lista de 30 preguntas esenciales que ayuden a reflexionar como parte del examen de conciencia y para que uno “pueda confesarse bien”.
La guía forma parte de un librito de unas 28 páginas, escrito en italiano y dado a conocer por la editorial del Vaticano. El papa Francisco hizo que se distribuyeran 50,000 copias gratis entre la gente que asistía a la oración del Angelus y a la homilía subsiguiente, el 22 de febrero, primer domingo de Cuaresma.
El librito lleva el título de “Salvaguarda tu corazón”, y lleva el propósito de ayudar a que los fieles lleguen a ser “valerosos” y se preparen para la batalla contra el mal y escojan el bien.
En el librito se puede encontrar una rápida introducción con los conceptos básicos católicos: tiene el texto del “Credo”, una lista de los dones del Espíritu Santo, los Diez Mandamientos y las Bienaventuranzas.
También allí se explican los Siete Sacramentos y, además, el papa Francisco incluye una explicación de “lectio divina”, una forma de orar al mismo tiempo que se lee la Biblia, a fin de poder escuchar mejor “lo que el Señor quiere decirnos con su palabra y para que nos dejemos transformar por su Espíritu”.
El título del librito se inspira en unas palabras de una de las homilías de su Misa matinal en la que dice que los cristianos deben guardar y proteger su corazón, “tal y como uno protege su propia casa, con cerradura”.
“¿Con qué frecuencia los malos pensamientos, las malas intenciones, los celos y la envidia entran en nosotros?”, preguntó. “¿Quién les abrió la puerta? ¿Cómo entraron todas estas cosas?”
En la homilía del 10 de octubre del año 2014, que aparece resumida en el librito en cuestión, se dice que la mejor manera de guardar el propio corazón es con la práctica diaria del “examen de conciencia”, por medio del cual, en forma tranquila, uno revisa las malas cosas que se han hecho y las buenas que se omitieron y que se deberían haber hecho por Dios, por el prójimo y por uno mismo.
Entre las preguntas se puede encontrar lo siguiente:
- ¿Recurro a Dios solamente cuando me encuentro en alguna necesidad?
- ¿Asisto a Misa los domingos y fiestas de guardar?
- ¿Inicio mi día y lo termino con una oración?
- ¿Me da vergüenza demostrar que soy cristiano (-a)?
- ¿Me revelo contra la voluntad de Dios?
- ¿Soy envidioso (-a), enojón (-a), mal pensado (-a)?
- ¿Soy honesto (-a) y justo (-a) con todo mundo o alimento “la cultura del descarte?”
- ¿En mi vida matrimonial y familiar conservo la moral como se enseña en el Evangelio?
- ¿Honro y respeto a mis padres?
- ¿He rechazado alguna nueva vida concebida? ¿He truncado el dón de la vida? ¿He ayudado a que esto se haga?
- ¿Respeto el medio ambiente?
- ¿Soy en parte mundano (-a) y en parte creyente?
- ¿Abuso de la comida, bebida, el tabaco y las diversiones?
- ¿Me preocupo en exceso con mi bienestar físico y mis posesiones?
- ¿Qué tal uso hago de mi tiempo? ¿Soy flojo (-a)?
- ¿Quiero que otros me sirvan?
- ¿Sueño en venganzas, conservo rencores?
- ¿Soy dócil, humilde y hacedor (-a) de paz?
Los católicos deben confesarse, dijo el papa, debido a que todos necesitamos perdón por nuestros pecados, por la forma “en la que pensamos y actuamos en contra del Evangelio”.
“Quienquiera que diga que no tiene pecado es mentiroso (-a) o es ciego (-a)”, escribió.
La confesión significa un momento sincero de conversión, una ocasión de demostrar confianza en la voluntad de Dios que perdona a sus hijos y que los ayuda a que regresen al camino por donde se le sigue a Jesús, escribió el papa Francisco.