A nuestros hermanos y hermanas en Cristo,
Al reflexionar sobre la Sagrada Familia de Jesús, José y María recordamos durante este tiempo su huida a una tierra extranjera como migrantes, la intensa discusión en curso en torno a nuestra comunidad migrante ha producido miedo e incertidumbre. También es un momento desafiante para toda la Iglesia católica en los Estados Unidos, que durante mucho tiempo ha incluido a inmigrantes de diferentes partes del mundo. Los Obispos Católicos de Kentucky y Tennessee, juntos como Provincia Metropolitana de Louisville, deseamos ante todo expresar nuestro apoyo y solidaridad en oración a nuestras hermanas y hermanos inmigrantes. Tengan la seguridad de que no serán olvidados y sepan que la Iglesia está a su lado. Ustedes y sus familias son un regalo preciado para el mundo.
Prometemos que la Iglesia Católica en Kentucky y Tennessee continuará acompañando y sirviendo a los migrantes con todos los recursos posibles. Continuaremos abogando por su trato justo y dignidad así como nuestra Enseñanza Social Católica nos indica en todas las formas en que podamos hacerlo.
La Iglesia reconoce el derecho de las personas a migrar para sustentar sus vidas y las de sus familiares. La Iglesia también reconoce la responsabilidad de las naciones de controlar sus fronteras y crear políticas migratorias. Sin embargo, la Iglesia enseña que este derecho no es ilimitado y debe ejercerse con respeto a la dignidad humana de cada persona y al bien común.
La Iglesia en los Estados Unidos ha abogado durante mucho tiempo por una reforma migratoria integral que incluya vías hacia la ciudadanía, la reunificación familiar y protecciones para quienes huyen de la persecución. Enfatiza la necesidad de un trato justo y humano para todos los migrantes, que incluye el acceso a protecciones legales y al proceso debido. La Iglesia reconoce que los derechos humanos básicos se basan en la dignidad de ser creados a imagen y semejanza de Dios.
Invitamos a toda la comunidad católica en nuestros estados y en toda la nación a aprender más sobre la difícil situación de los inmigrantes, a comprender los valores que forman nuestra
Enseñanza Católica sobre el tema, y a unirse a nosotros para abogar por leyes y políticas justas e integrales que respondan a las exigencias de los derechos humanos y la dignidad y reflejan el deseo del bien común en nuestra nación. Estamos listos para ser parte de lograr este objetivo.
Sigamos todos orando por nuestra nación para que podamos unirnos para buscar respuestas y acciones constructivas con respecto a estas preocupaciones.
lReverendísimo Shelton J. Fabre Arzobispo de Louisville
Reverendísimo William F. Medley Obispo de Owensboro
Reverendísimo John Stowe OFM Conv. Obispo de Lexington
Reverendísimo John C. Iffert Obispo de Covington
Reverendísimo J. Mark Spalding Obispo de Nashville
Reverendísimo David P. Talley Obispo de Memphis
Reverendísimo Mark Beckman Obispo de Knoxville
