Vida en Cristo – Un enfoque cultural al encuentro regional

Padre Mike Tobin

¿Cómo describimos a nuestra comunidad hispana? Caracterizamos a la comunidad con etiquetas típicas de idioma y raza. Decimos que todos los hispanos son inmigrantes hispanoparlantes y de piel morena. Puse estas etiquetas a prueba al participar en el Encuentro Regional del Sureste en Miami del 22-24 de febrero, que incluyó a participantes de 30 diócesis que comprenden las Regiones Episcopales V y XIV de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. 

Este esfuerzo patrocinado por el Instituto Pastoral del Sureste continúa un proceso que comienza a nivel parroquial y después en las diócesis en todos los Estados Unidos. Cuatro delegados de Louisville que habían participado a nivel parroquial y arquidiocesano fueron invitados a unirse a delegados en Miami para este Encuentro Regional del Sureste. De acuerdo a los lideres, el Encuentro “es un proceso de evangelización, consulta y misión para discernir maneras en que la Iglesia en los Estados Unidos pueda responder mejor a la creciente presencia hispana, ayudarlos a fortalecer su identidad católica y su respuesta como discípulos misioneros para toda la Iglesia”.

Yo vi que los participantes que llegaron de Miami eran en su mayoría bilingües, pero no todos. Algunos hispanos hablan inglés como su primer idioma y tienen dificultades con el español. Me refiero a los niños y a los adolescentes nacidos en Estados Unidos que prefieren el inglés, sin embargo hay hispanos inmigrantes que usan su lengua nativa en lugar del español como algunas personas de Chiapas en el sur de México. En el encuentro, vi a personas cuyo color de piel variaba de la piel oscura a la clara.

Dadas las falsas suposiciones que tenemos de lengua y raza, una mejor manera de caracterizar a la comunidad hispana es ver a los hispanos como miembros parroquiales. La inspiración para esta idea surge del lugar del encuentro en Miami. No nos reunimos en un centro cívico u hotel como en otras conferencias a las que he asistido. Tuvimos el encuentro en la parroquia de Our Lady of Guadalupe. Esta es una de las parroquias más nuevas construida en El Doral, un suburbio con una afluencia de venezolanos que encuentran un entorno más seguro y económicamente una economía solida en los Estados Unidos.    

Si visitamos una de nuestras parroquias en la Arquidiócesis de Louisville en un domingo, veremos la diversidad de la comunidad hispana. Participar en este encuentro confirmó lo que observo cada domingo desde el púlpito. Fue un privilegio acompañar a nuestros delegados de la Arquidiócesis de Louisville en Miami. Nuestros esfuerzos para promover las vocaciones al sacerdocio están dando frutos con seminaristas como Fermín Luna de la parroquia St. Rita. Estamos fomentando el ministerio de líderes pastorales como Eva Gonzalez que sirve en la Oficina del Ministerio Cultural de la Arquidiócesis y es miembro de la parroquia Annunciation.

Jackie Ortiz de la parroquia St. James en Elizabethtown realiza voluntariado semanalmente para empoderar a la creciente población hispanoparlante de su parroquia. Ella refleja mejor a la mayoría de los fieles laicos que dan vida a nuestras parroquias como buenos administradores de su tiempo, talento y tesoro. En cuanto a mí, estoy bendecido de servir como pastor de una comunidad bilingüe vibrante en Shelbyville en la parroquia Annunciation.     

Según el Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Roma a los Estados Unidos de América, el arzobispo Christophe Pierre, los hispanos católicos de los Estados Unidos son personas destinadas a ser profetas. Ellos vienen de una línea de profetas, él indicó que justo como en la Biblia, el pueblo escogido por Moisés, estamos llamados a profetizar. Él mencionó “El futuro de la Iglesia en América está presente hoy aquí en este encuentro”. Por supuesto que él se refiere a demografía que ilustra la identidad de la Iglesia Católica tendiendo a una mayoría hispana en las próximas generaciones. 

El Nuncio después dejó las estadísticas para enseñarnos apasionadamente sobre nuestro llamado. Primero somos discípulos y después misioneros. La secuencia es importante. En inglés debemos colocar primero el adjetivo, como en “missionary disciples”. Sin embargo, en español escribimos “discípulos misioneros”. La verdad es que somos tocados por el Espíritu Santo para hacernos discípulos y después compartimos las Buenas Nuevas como misioneros.

Si bien algunas de nuestras parroquias atraen a una gran población hispana como la mía en Shelbyville, otras parroquias sirven a un número más pequeño de hispanos. Grande o pequeño hay éxitos y retos en el ministerio parroquial. Sin embrago, nuestro clero y líderes laicos estamos luchando para cumplir nuestra misión como iglesia en cada parroquia. Nuestros Obispos aplauden nuestros esfuerzos y son responsables por apoyarlos. La realización de este Encuentro Regional que tiene como base los encuentros parroquiales y diocesanos presenta las voces de los fieles. Nuestro arduo trabajo para asesorar a nuestros Obispos sobre qué está floreciendo en el ministerio y lo que está rezagado proveerá nuevas acciones por todo el sureste y todo el país. 

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