El mes de diciembre se está pasando muy rápido, el Adviento que está por terminar nos ha llevado a reflexionar en nuestras vidas en preparación para la llegada de nuestro Salvador. Hemos festejado a San Juan Diego, honrado a la Virgen de Guadalupe, celebrado los Domingos de Adviento, compartido en las Posadas rezando el Santo Rosario, cantando villancicos, rompiendo piñatas y disfrutando de la rica comida tradicional de esta temporada.
Hoy nuestro enfoque está en la Navidad, el nacimiento de Jesucristo en quien depositamos nuestras penas, alegrías y esperanzas. Es El, el niño que nació en Belén, en un lugar humilde en donde nadie podría haberse imaginado que nacería el Hijo de Dios. El 24 de diciembre de 2020, el papa Francisco en su homilía de Noche Buena refiriéndose a Jesús mencionó:
“¿Por qué nació en la noche, sin alojamiento digno, en la pobreza y el rechazo, cuando merecía nacer como el rey más grande en el más hermoso de los palacios? ¿Por qué?” A esto responde: “El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura”.
Estas palabras de nuestro Santo Padre resuenan hoy más que nunca, nos ponen a reflexionar de nueva cuenta tanto en nuestras vidas personales como en nuestras vidas como miembros pertenecientes a una comunidad. Es aquí en este mundo donde experimentamos la vulnerabilidad como seres humanos, pero es aquí también donde tenemos la oportunidad de aprender a ver con diferentes ojos lo que sucede a nuestro alrededor y actuar por el bien común. Que esta Navidad abramos nuestros corazones al nacimiento de Jesucristo para que se renueve nuestro interior. Que contagiemos esta alegría a los demás. ¡Feliz Navidad!
Eva Gonzalez es la Directora de Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Louisville.