
La tercera parte del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino indica consideraciones para diócesis, parroquias y regiones. En esta parte se resalta el papel tan importante que se tiene a nivel diocesano:
“Las oficinas diocesanas brindan planificación pastoral, coordinación, recursos y formación que las parroquias no podrían brindar por sí solas. Además, la diócesis debe abogar por la comunidad hispana/latina y evaluar continuamente sus necesidades y aspiraciones a fin de encontrar los recursos necesarios para servirles mejor”. (Parte III, #1)
Para llevar a cabo tal función, se mencionan algunos modelos en el documento. Esto significa que no todas las diócesis funcionan de la misma manera. Por ejemplo, en la Arquidiócesis de Louisville, anteriormente, la Oficina de Ministerio Hispano se encontraba bajo la Oficina de Ministerio Multicultural. Después de un estudio de planeación realizado en 2019, como resultado del estudio la primera iniciativa fue el establecimiento de la nueva Oficina de Ministerio Hispano en julio de 2020. Es decir, funcionando de manera independiente como las demás oficinas diocesanas.
El documento menciona cinco responsabilidades que se consideran necesarias:
• Evaluar continuamente la realidad pastoral: como sabemos, la realidad de una parroquia puede ser muy diferente a otra aun siendo parte de la misma diócesis y a la vez, una misma parroquia también sufre cambios.
• Abogar a favor de y con la comunidad: este es un punto amplio. De manera breve indico que se menciona acceso a la liturgia dominical en español, asignación de presupuestos, recursos, plataformas de comunicación, formación en la Doctrina Social de la Iglesia entre otros tantos.
• Coordinar los esfuerzos de los ministerios: aquí se trata sobre la identificación de prioridades y estrategias para su implementación en donde es imprescindible la pastoral de conjunto.
• Desarrollar recursos y programación específicos: este punto hace referencia a que las parroquias se fortalecen cuando cuentan con un gran apoyo a nivel diocesano.
• Formar y capacitar líderes pastorales: se menciona que es critica la formación pastoral continua e identifica 16 puntos para el éxito de los programas de formación. También se realza el desarrollo de la capacidad intercultural, la integración e inclusión.
A nivel parroquial, se indica que usualmente la parroquia es “punto de entrada a la vida y misión de la Iglesia” (Parte III, #2), lugar que brinda seguridad y confianza y la necesidad del acompañamiento. Se indica el modelo de parroquia compartida y seis puntos clave para llevar a cabo la misión. Así mismo, se recomienda el utilizar la metodología del ver-juzgar-actuar en los procesos de planeación parroquial.
A nivel regional, se da reconocimiento al desempeño del grupo de ERAVE (Equipos Regionales de Acompañamiento al V Encuentro) durante el proceso del V Encuentro y posterior a éste que incluye, su labor durante el tiempo de la pandemia de COVID-19. Así mismo, se destaca que “serán los primeros responsables de coordinar e implementar talleres en sus regiones para ayudar a las diócesis a desarrollar o actualizar sus planes” (Parte III, #3). Finalmente, por medio de un proceso de discernimiento se establecerá su papel durante el tiempo de vigencia del plan.
Este articulo provee de manera muy breve una idea general de la tercera parte del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino. Para revisar esta sección más a fondo y para su estudio, visiten https://ncaddhm-usa.org/usccb-national-pastoral-plan-for-hispanic-latino-ministry/
Eva Gonzalez, directora de Ministerio Hispano, Arquidiócesis de Louisville.