Este artículo es parte de una serie enfocada en diferentes áreas ministeriales.
Los artículos son presentados bajo la perspectiva del proceso del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina.
El Proceso del V Encuentro en cada una de las diócesis donde se ha llevado a cabo, ha sido un tiempo de gracia y bendición para la comunidad hispana-latina, puesto que, en compañía de los obispos, hemos tenido la posibilidad de elevar nuestra voz profética una vez más, y discernir las prioridades y estrategias pastorales más adecuadas para nuestro tiempo, en particular cuando la población hispana crece aceleradamente y la iglesia en los Estados Unidos es cada vez más diversa.
Sin duda alguna, uno de los focos de atención pastoral, el cual el Encuentro Nacional abordará en el mes de septiembre, será el tema de la familia, ya que no solamente es la base de la sociedad y de la iglesia, sino que ha sido uno de los temas preponderantes cuando se trata de resaltar desafíos o urgencias pastorales; si salimos al encuentro de las familias, les brindamos protección y fortalecemos su fe desde la opción misionera, estaríamos dando un primer paso positivo, como resultado de este Encuentro. Pero, por lo pronto, ¿qué podemos hacer por las familias, desde nuestras parroquias o misiones? Propongo cuatro recomendaciones para salir ‘primerearlos”, ya que son “el júbilo de la iglesia”; mientras esperamos con gozo el documento conclusivo del Encuentro Nacional.
1. Identifique las familias de su parroquia:
En ocasiones no conocemos a las familias que participan en nuestras comunidades. A través de la pastoral familiar o de un grupo de líderes, tómese la tarea de elaborar una lista con sus nombres, necesidades y si es posible, sus ubicaciones.
2. Programe actividades para las familias:
Son muchas las cosas que se pudieran hacer con las familias (Retiros Espirituales, Actividades Culturales, Cineforos, Consejería, entre otros). Valdría la pena dedicar un fin de semana al mes en la parroquia a la atención exclusiva de las familias.
3. Brinde formación ho-lística:
Junto a la formación religiosa y sacramental que pudieran necesitar las familias, agregue a ello talleres de información en temas migratorios, alimentación saludable, prevención de abusos y violencia doméstica, recomendaciones en la crianza de los hijos, entre otros.
4. Asígneles responsabilidades:
Muchos de ellos estarían felices de tomar un rol en la parroquia. Comparta con ellos los ministerios existentes y ofrézcale la oportunidad de servir en estos grupos. Tal vez, sería una buena oportunidad para la creación de nuevos servicios pastorales.
Estas recomendaciones, junto a otras que tal vez, en estos momentos, usted está pensando, puede traer un alivio ligero o significativo a tema de la atención pastoral de las familias. Las Conclusiones que el Encuentro Mundial de las Familias, que por este mes se celebra en Irlanda, seguido del V Encuentro Nacional a celebrarse en septiembre, nos darán luces mucho más claras en lo que respecta el ser y el quehacer de la Iglesia en su papel protagónico frente a esta urgencia pastoral.
William Cardona-Arias es el coordinador para el liderazgo laico y vida familiar para la Diócesis de Raleigh, North Carolina.
