Este artículo es parte de una serie enfocada en diferentes áreas ministeriales.
Los artículos son presentados bajo la perspectiva del proceso del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina.
Reflexionar en el V Encuentro, implica una lectura de la memoria histórica de los Encuentros anteriores, es decir, recuperar los motivos y las razones que dieron paso a ellos. Nos lleva también a recuperar el proceso utilizado como el Ver, Juzgar y Actuar, que en algunos lugares se le ha añadido también el Celebrar.
Esta lectura y dicho proceso nos hacen consientes de la voz profética del pueblo hispano en los Estados Unidos, y hemos tratado de recuperar ese deseo ferviente de proclamar el mensaje central de la evangelización en la Iglesia, que es “el Reino de Dios ya está entre nosotros”. (cf. Lc 17:20) Esto es lo que sin duda ha permanecido desde el primer Encuentro, y por lo tanto podemos afirmar que su metodología sigue siendo efectiva.
Al acompañar al pueblo de Dios en este V Encuentro me atrevo a decir, que seguimos confiando en dicho proceso, pero también hemos abordado un nuevo reto, y este es el de la cultura. Tema que no es nuevo para la Iglesia, y que se trató desde los inicios de la planeación del V Encuentro, ya que se promovió material bilingüe, y se trató de promover con otras culturas que no fuesen latino-hispanas.
Por lo tanto, veo la necesidad de abordar ese tema bajo la terminología que usa la USSCCB que lo define como “La inculturación” que va mucho más allá del lenguaje y de la retórica que se formula entre grupos que opinan que un grupo de aprender a hablar más de un idioma para comunicarse efectivamente.
Recientemente en mi diócesis se organizó por primera vez un programa de preparación matrimonial en español para la comunidad hispana. En dicha planeación, se preguntó si se seguirían organizando retiros en español en un futuro. Mi primera reacción fue tratar de explicar que la Iglesia católica en Estados Unidos siempre ha tenido ministerio en español, y que no veía como dejaríamos de tenerlo. Pero entendí que la pregunta iba más allá por la consideración de que hoy más que nunca un gran número de personas que se identifican como hispanos-latinos participan en programas y ministerios en inglés. Por lo tanto, el V Encuentro puede ser un medio para alzar la voz y decir que la evangelización puede ser más efectiva a través de la lengua de preferencia de la audiencia, sin embargo la evangelización, entendiéndola como el encuentro con Cristo y su Iglesia, se da y vive dentro de una cultura o una realidad donde coexisten más de una cultura. Y hoy en día parece que muchas personas se sienten cómodas al pasar de una cultura a otra, por el contexto pluricultural de su realidad y la del país entero.
El V Encuentro en los Estados Unidos nos vuelve a recordar que, junto con los objetivos presentados desde un principio, también respondemos al cambio generacional y cultural que se está dando en nuestro país y en nuestra Iglesia.
No somos una Iglesia que solo sirve a los católicos de este país. No somos una Iglesia que solo sirve desde la perspectiva de la cultura mayoritaria. Dios escucha el clamor de su pueblo, la novedad, desde mi perspectiva es que ese clamor es de un pueblo cada vez más inculturado. No basta con tratar de promover información y material bilingüe. Vale la pena cuestionarnos, si hemos colaborado lo suficiente, si hemos trabajado intencionalmente en servir de una manera inculturada. Esto es una llamada de atención para los que llevamos los puestos de liderazgo y autoridad en la Iglesia.
El profesor Craig Dykstrar comentó que “una institución que no se adapta a los cambios no termina por llegar a su potencial máximo”. Es gracias al poder del Espíritu Santo quien es quien sostiene a la Iglesia, quien es la fuente del cambio, sin embargo, vale la pena preguntar qué tan rápido nos adaptamos y respondemos a esos cambios.
La conferencia Episcopal de los Estados Unidos USCCB ha definido “La Inculturacion” como “evangelización de culturas”, es decir un proceso que transforma la vida de la gente, desde sus más profundas motivaciones y deseos hasta sus rituales y sus formas de ver la vida y lo divino.
Si hoy en día alguien es bilingüe y se considera bicultural, será un reto más grande el dejar que esas culturas con las cuales se identifica sean evangelizadas, pero sin duda el V Encuentro puede ser un clamor de que hoy en día el hispano/ latino, sobre todos nuestros jóvenes nacidos o criados en el seno de más de una cultura son una bendición y no una limitación. Que su presencia nos recuerda que somos todos los que buscamos integrarnos y que no solo el “otro” por ser diferente tiene que adaptarse a los estándares establecidos de lo normal y ordinario.
Oscar Castellanos es el Director de la Oficina Intercultural en la Arquidiócesis de Indianapolis.