Por Patricia Zapor, Catholic News Service
CHESTNUT HILL, Massachusetts — El entrenamiento de líderes pastorales y las provisiones de la mayoría de los otros recursos para el ministerio hispano no están dando abasto para el momento que se acerca rápidamente en que los hispanos constituirán la mayoría de los católicos de Estados Unidos, según un nuevo informe.
“Los católicos hispanos han alcanzado masa crítica en la iglesia”, dijo Hosffman Ospino, autor principal del estudio nacional de parroquias católicas con ministerio hispano. Él dijo que el 55 por ciento de todos los católicos de Estados Unidos menores de 30 años de edad es hispano y los hispanos representan el 71 por ciento del crecimiento de la población católica estadounidense desde 1960.
“Ignorar el crecimiento de los católicos hispanos en Estados Unidos sería contraproducente para nuestras iglesias y escuelas”, él añadió.
Ospino, profesor auxiliar de Teología y Ministerio en Boston College en Chestnut Hill, el 5 de mayo presentó en la universidad sus resultados del primer estudio importante de cómo las parroquias están manejando el rápido cambio demográfico.
Actualmente los hispanos representan aproximadamente el 40 por ciento de todos los católicos de Estados Unidos y su porción de la población continúa aumentando. En el nivel nacional 4,358 parroquias, casi un cuarto del total estadounidense, fueron identificadas como teniendo algún tipo de ministerio organizado para los hispanos.
El estudio cita muchas señales de vitalidad en el ministerio hispano parroquial, incluyendo los jóvenes, un fuerte sistema de diaconado permanente y movimientos apostólicos prósperos. Pero otros renglones requieren atención urgente, este dice.
Entre las “dinámicas urgentes” del ministerio hispano parroquial que están en necesidad de atención, el estudio enumeró los recursos financieros y humanos limitados desproporcionadamente, una “brecha inquietante” en la matrícula hispana de las escuelas católicas y una cohorte de líderes pastorales que se acercan a la edad de jubilación con muy pocas personas en formación para reemplazarlos.
El informe es un resumen de los hallazgos de un estudio nacional realizado por la escuela de Teología y Ministerio de Boston College en colaboración con el centro de investigación aplicada al apostolado, de la universidad Georgetown en Washington.
El estudio se basa en las respuestas a encuestas enviadas a líderes diocesanos y parroquiales que trabajan en el ministerio hispano.
Otros elementos del informe incluyen la discusión de las estructuras de liderazgo y del desarrollo de liderazgo; los movimientos apostólicos como Cursillo y Comunión y Liberación; y la programación y educación para niños, jóvenes y adultos.
En un evento en Boston College, donde fueron emitidos los resultados del estudio, Mark Gray, del centro de investigación aplicada en el apostolado, dijo que una de las conclusiones que él extrae del estudio que debe captar la atención de los líderes eclesiásticos es que “si ustedes no llevan bien el ministerio hispano, entonces enfrentan un futuro incierto”.
A diferencia de las generaciones anteriores de inmigrantes, él dijo, la gente de hoy día tiene muchas más opciones de dónde pueden ir al culto, bien sea a otra parroquia católica, a una iglesia cristiana no católica o hasta el creciente fenómeno de desechar toda afiliación religiosa.
Timothy Matovina, profesor de Teología y director ejecutivo del instituto de Estudios Latinos de esa escuela, señaló que los inmigrantes que están añadiendo a la oleada de los hispanos llegan encontrando otro tipo de iglesia diferente a la que encontraron las oleadas anteriores de inmigrantes.
“Hace cien años los inmigrantes llegaban a una iglesia inmigrante”, él dijo. “Ahora están llegando a una iglesia de clase media”.
Será importante para el futuro de las partes más establecidas de la iglesia, donde hay más dinero y poder, considerar el creciente sector de hispanos menos ricos como merecedor de su apoyo como parte de una misma iglesia, dijo Ospino.
Ospino contó una historia para ilustrar cómo eso es relevante para satisfacer las necesidades pastorales de un grupo de recién llegados de clase obrera o pobres.
Él describió una parroquia con alto nivel de inmigrantes que estaba en crisis financiera. La parroquia es administrada por una orden religiosa que también opera tres parroquias más ricas no inmigrantes en la misma región. Los líderes de la orden religiosa fueron a las tres parroquias más ricas pidiendo apoyo para mantener abierta la parroquia inmigrante. “Dijeron que no”, dijo Ospino.
En entrevista subsiguiente con CNS, Ospino dijo que perspectivas tales como las de las parroquias no inmigrantes de esa historia ilustran un defecto básico en cómo piensan los católicos estadounidenses sobre el crecimiento de los hispanos hacia la dominación en la iglesia.
“Necesitamos cambiar el lenguaje en la iglesia”, dijo Ospino. “Ya no podemos simplemente tratar a los hispanos como un subgrupo de la iglesia. En muchas partes del país hablar de los católicos hispanos es hablar de la mayoría de la iglesia”.
