Por Rose Ybarra, Catholic News Service
MCALLEN, Texas — Bendecir el terreno para un nuevo centro en McAllen, Texas, es una señal del compromiso de la Iglesia Católica de estar con inmigrantes y familias que “están soportando muchas, muchas situaciones trágicas en sus vidas”, dijo el obispo Daniel E. Flores de Brownsville.
“Es el trabajo de la iglesia tener presencia y hacer disponible espacio para que la gente se sienta bienvenida, donde la gente pueda ser atendida y tratada en su humanidad”, dijo el obispo el 1 de diciembre. “La gente no una estadística, la gente no es simplemente números, la gente no es problema … la gente es gente”.
Caridades Católicas del Valle del Río Grande fue anfitriona de la ceremonia de bendición del terreno para su nuevo centro de alivio y ayuda, un lugar donde los inmigrantes recién llegados puedan comer, bañarse y vestirse después de ser procesados por inmigración.
El obispo Flores realizó la bendición. A él se unió la hermana Norma Pimentel, de las Misioneras de Jesús y directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande en la Diócesis de Brownsville.
Ellos expresaron gratitud a la iglesia Sagrado Corazón en McAllen, a su equipo pastoral y a sus feligreses por su generosidad en alojar a personas que han acudido al centro durante los pasados dos años y medio.
El junio del 2014 la hermana Pimentel escuchó que familias inmigrantes se encontraban en la estación de autobuses en el centro urbano de McAllen sin qué comer o tomar, ni dónde bañarse o dormir. La hermana Pimentel abrió el centro de alivio en el salón parroquial de la iglesia Sagrado Corazón. Más de 57,000 inmigrantes han pasado por el centro.