
By OSV News
WASHINGTON — En una carta con motivo del 10º aniversario de la encíclica “Laudato Si'” del difunto Papa Francisco, los obispos estadounidenses han instado a los jóvenes a “liderar el camino” y ser “catalizadores de esperanza” en la búsqueda de soluciones a la crisis climática.
Publicada el 24 de mayo de 2015, la histórica encíclica medioambiental del difunto Papa Francisco “Laudato Si’, sobre el cuidado de la casa común” instaba a tomar medidas para contrarrestar “la cultura del descarte, que termina afectando al planeta entero”.
En una carta conjunta y pública dirigida a los jóvenes el 21 de mayo, el arzobispo Borys Gudziak de la Arquidiócesis Católica Ucraniana de Filadelfia, presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y el obispo A. Elias Zaidan de la Eparquía Maronita de Nuestra Señora del Líbano, presidente del Comité de Justicia Internacional y Paz de la USCCB, agradecieron a los jóvenes su testimonio y pidieron “un compromiso renovado en el cuidado de nuestra casa común, que sostiene toda la vida”.
“El don sagrado de la creación está amenazado”, escribieron los obispos. “El cambio climático y la degradación ambiental atrapan a muchas personas en la pobreza, a menudo en comunidades ya excluidas por la sociedad. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación industrial amenazan los medios de vida y la seguridad alimentaria de las comunidades agrícolas, pesqueras y dependientes de los bosques en los Estados Unidos y alrededor del mundo. La minería ilegal y a menudo no reglamentada, así como otras actividades extractivas explotadoras, amenazan la supervivencia de los Pueblos Indígenas y sus lugares sagrados. Los desechos tóxicos provocan altas tasas de asma y cáncer en comunidades de bajos ingresos que viven cerca de fuentes de contaminación. El clima extremo amenaza la salud, la educación, la seguridad y el futuro de los niños que nacen hoy, más que en generaciones anteriores”.
Dijeron: “Cuando no administramos cuidadosamente los dones de nuestro Creador, también manifestamos nuestra ceguera a las formas en que todos estamos interconectados y somos interdependientes”.
Ante estas situaciones “¿qué podemos hacer?”, preguntaron los obispos.
“Debemos permanecer firmes en nuestra esperanza en Dios y en los demás”, dijeron. “El plan de Dios para nuestra salvación y nuestro mundo implica la participación de todos. Necesitamos construir una cultura del encuentro”.
Los obispos también se refirieron a los comentarios que hizo el nuevo Papa León XIV al presentarse al mundo: “Todos estamos en las manos de Dios. Por eso, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, seguimos adelante. Somos discípulos de Cristo”.
“Los jóvenes pueden liderar el camino como catalizadores de esperanza” en la protección de la creación, dijeron. “Tienen la capacidad de organizar y crear un cambio que perdurará en las generaciones venideras”.
Con su testimonio, dijeron los obispos, “los adolescentes y los jóvenes adultos sirven como un puente vital”.
“No duden de que tienen el poder de inspirar y liderar los esfuerzos para lograr el cambio a nivel local y global”, dijeron los obispos. “Estamos con ustedes, parados en la tensión entre la visión de Dios para su amada creación y nuestra realidad actual”.