Por James Martone
NACIONES UNIDAS — La misión del Vaticano ante las Naciones Unidas condenó, en declaraciones al Consejo de Seguridad de la ONU, el aumento de la violencia contra las mujeres en todo el mundo y la disminución de su participación en el proceso de toma de decisiones.
Los comentarios se produjeron en la víspera del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, durante un debate del Consejo de Seguridad de la ONU titulado “La mujer, la paz y la seguridad”.
“En los últimos años, la violencia, incluida la violencia sexual contra las mujeres y las niñas, ha aumentado, mientras que la representación de las mujeres en los procesos de paz ha disminuido”, dijo el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el Arzobispo Gabriele Caccia, en sus observaciones escritas al Consejo de Seguridad de la ONU el 7 de marzo.
El Arzobispo Caccia citó al Papa Francisco quien le dijo a los diplomáticos del Vaticano el pasado enero que “las mujeres pueden ofrecer una contribución propia e insustituible a la sociedad” y “ser las primeras aliadas de la paz” si los derechos humanos “son plenamente reconocidos para todos”.
El Papa Francisco ha observado que “en muchos países, las mujeres son consideradas ciudadanas de segunda clase”, enfrentándose a la violencia, el abuso y el acceso limitado a las necesidades básicas, como la educación, el empleo y la atención médica, según citó el Arzobispo Caccia.
“La Santa Sede condena estos tratos y deplora la situación en la que se encuentran muchas mujeres y niñas”, declaró el arzobispo.
Sus palabras fueron pronunciadas por Monseñor Giuseppe Quirighetti, consejero de la Misión Permanente de Observación de la Santa Sede ante la ONU.
En su intervención en el mismo debate del Consejo de Seguridad, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dijo que al elevar y empoderar globalmente a las mujeres “creamos un mundo más pacífico y más próspero para todos”.
“Se ha demostrado una y otra vez que la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres en los procesos de paz como líderes, negociadoras, pacificadoras y constructoras de la paz aumenta las posibilidades de una paz justa y duradera”, afirmó.
Más tarde, al terminar el debate — en el que había destacado las “medidas opresivas contra las mujeres” en países como Afganistán, Irán y Somalia y en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia — la embajadora Thomas-Greenfield prometió “no rehuir nunca el hecho” de que las mujeres en Estados Unidos también se enfrentan a desafíos.
“El derecho a tomar decisiones intensamente personales, libres de la interferencia de los políticos, ha sido arrebatado a millones y millones de mujeres en Estados Unidos”, dijo a los periodistas, en aparente referencia a la promulgación por los estados de restricciones al aborto tras la decisión de la Corte Suprema de 2022 en el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization, que anuló el caso Roe vs. Wade y devolvió la cuestión del aborto a los estados.
La Iglesia católica se opone al aborto directo, enseñando que es un acto de violencia que acaba con la vida del feto y, como tal, no promueve la igualdad de la mujer. El Papa Francisco habló en contra de la promoción del aborto en un videodiscurso del 2020 ante la Asamblea General de la ONU, cuando dijo a los delegados: “Es preocupante ver cuán simple y conveniente se ha vuelto, para algunos, negar la existencia de vida como solución a problemas que pueden y deben ser resueltos tanto para la madre como para el niño no nacido”.
En un acto paralelo celebrado el 7 de marzo en la ONU, mujeres de varias organizaciones no gubernamentales del Medio Oriente debatieron sobre los retos a los que se enfrentan las mujeres y las niñas en sus respectivas regiones.
“En general, las mujeres están controladas y dominadas por una situación patriarcal”, dijo Brigitte Chelebian sobre su país natal, Líbano, donde trabaja para promover los derechos de la mujer, en parte implicando y convenciendo a los líderes religiosos del país, en su mayoría hombres.
“En Líbano tenemos 19 sectas (religiosas), por lo que tenemos 19 leyes de estatuto personal, y tenemos diferente jurisprudencia”, dijo a OSV News, añadiendo que los líderes religiosos también pueden ser “muy controladores”.
“A veces tienen efectos positivos y negativos en las familias y en las mujeres”, dijo.