Esperanza en El Señor —
Un saludo del arzobispo Kurtz quien ahora
es Administrador Apostólico de la Arquidiócesis

Archbishop Joseph E. Kurtz

Hoy los saludo con un nuevo título, Administrador Apostólico para la Arquidiócesis de Louisville y con el corazón lleno de alegría por el anuncio de nuestro nuevo Arzobispo, el Reverendísimo Shelton Joseph Fabre.

La semana del anuncio, escribí a nuestros sacerdotes sobre el arzobispo Fabre, mis planes y la oportunidad de ayudar a la Diócesis de Houma-Thibodaux, y se me ocurrió compartir esta misma información con ustedes. A continuación, se muestra mi carta a los sacerdotes de la Arquidiócesis.

Mis Queridos Hermanos Sacerdotes,

¡Alégrense y Regocíjense! Cuán agradecido estoy de que nuestro Santo Padre haya nombrado al obispo Shelton Joseph Fabre como nuestro 10º obispo y 5º arzobispo. Me llenó de alegría la respuesta de tantos sacerdotes que pudieron venir ayer a la oración especial y al diálogo que el arzobispo Shelton pidió con sus sacerdotes de la Arquidiócesis. Fue con poco tiempo de anticipación, y estoy seguro de que no todos ustedes pudieron venir, pero cada uno de ustedes seguramente escuchará de nuevo su mensaje de fe en Jesucristo, su amor a sus hermanos sacerdotes y su deseo de llegar a conocerlos y servirlos.

También quería hacerles saber que nuestro Santo Padre me ha designado para servir como administrador apostólico para brindar atención a la Arquidiócesis hasta la instalación del arzobispo Shelton el 30 de marzo. Será una alegría para mí proporcionar este servicio.

Mientras tanto reflexiono sobre su bondad y el privilegio que he tenido de servir como su Arzobispo durante casi 15 años, ¡mi corazón se llena de gratitud por ustedes! Ordené a 30 de ustedes hermanos sacerdotes, presidí la Misa de Cristiana Sepultura para muchos de nuestros hermanos que se han ido al Señor, me uní a ustedes en las asambleas anuales de sacerdotes, visitas parroquiales, diálogos regionales, reuniones del Consejo de Sacerdotes y, lo más importante, encuentros individuales en los que hemos llegado a conocernos y amarnos. Tuve el privilegio especial de presidir la Misa Crismal cada año, durante la cual recibí la renovación de sus promesas sacerdotales, prometí mi apoyo y pedí a los fieles que oraran por mí y por ustedes.

Este tiempo de transición a mi jubilación es uno que muchos de ustedes sacerdotes mayores ya han experimentado y por lo que saben que es agridulce. Mientras me regocijo con todo mi corazón en la presencia y el liderazgo del arzobispo Shelton entre nosotros y prometo mi apoyo a él y mi deseo de hacer todo lo posible en mi capacidad de servir con él, también acojo el llamado del Señor para que abra un nuevo capítulo en el libro de mi vida.

Como lo hizo el arzobispo Kelly hace casi 15 años cuando me convertí en Arzobispo, me tomaré un tiempo fuera de la Arquidiócesis durante unos meses para darle al arzobispo Shelton la oportunidad completa de convertirse en el Arzobispo y establecer su propio ritmo. Yo viviré en Wilmington, Carolina del Norte, no muy lejos del Duke Cancer Institute en el que continúo recibiendo monitoreo del cáncer. Espero regresar para la Misa Crismal para poder unirme a ustedes en la renovación de los votos sacerdotales y en la oración por el arzobispo Shelton como nuestro nuevo Arzobispo. También espero que haya una oportunidad para mí de unirme al banquete de verano de la Asamblea de Sacerdotes a principios de junio y, si es posible, concelebrar la Misa de ordenación sacerdotal para el diácono Dustin Hungerford en mayo.

Después de unos meses viviendo fuera de la ciudad, disfrutaré de la hospitalidad del Padre Jeff Shooner, quien me dio la bienvenida para unirme al padre Quan Nguyen y al padre Tony Smith en la rectoría de St. Patrick, donde podría ser de alguna ayuda para el Arzobispo Shelton en compartir las Confirmaciones como él desee. También planeo pasar una buena parte de mi tiempo en Wilmington, Carolina del Norte. Por favor, continúen orando por mí para que pueda continuar sirviendo a Jesucristo como su santo sacerdote y tengan la seguridad de que cada día, estaré orando por ustedes.

El arzobispo Shelton hizo mención de la terrible devastación que ocurrió en la Diócesis de Houma-Thibodaux como resultado del Huracán Ida, y me gustaría invitarlos a unirse a mí en una donación de la Arquidiócesis de Louisville a la Diócesis de Houma-Thibodaux para ayuda eclesiástica y humanitaria. Este regalo será presentado al arzobispo Shelton durante el tiempo en que continúe sirviendo como administrador de Houma-Thibodaux, al que ha servido tan bellamente durante los últimos ocho años. El los próximos días, recibirán una carta indicando el monto del regalo de la Arquidiócesis e invitándolos a considerar si su parroquia podría agregar a ese regalo. Debido a que hemos tenido tantas colectas recientes, no les pido que tomen una colecta especial, sino simplemente que se unan según lo permitan las circunstancias en su parroquia.

Por favor, continúen orando por mí, así como yo oro por ustedes. No duden en llamarme si puedo ayudarles de algún modo durante estos últimos días mientras nos preparamos para la maravillosa Misa de instalación el 30 de marzo de 2022.

¡Dios los ama!

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