El altero de tarjetas estaba en mi pequeña mesa de mi capilla en el tercer piso de la Rectoría de la Catedral donde vivo. Por pocas mañanas al comenzar la Hora Santa, comencé a ver las peticiones. Finalmente la semana pasada las tomé y he vuelto a orar de 10 a 12 peticiones por día. ¡Ha sido un encuentro de gracia!
Estas tarjetas con peticiones provenían de miembros de la recientemente formada “Sociedad Sal y Luz” de Catholic Services Appeal (CSA). Los miembros fueron invitados a entregar una oración de petición que yo haría parte de mi oración cada día en mi pequeña capilla. Este fue el primer año para “la Sociedad Sal y Luz”, nuestra manera de alentar tan como sea posible la generosa respuesta para las necesidades de Catholic Services Appeal. Más de 1,600 familias respondieron. Si usted quiere aprender más acerca de esta sociedad, vaya a www.archlou.org/saltandlight/.
Al volver a ver tarjeta por tarjeta, mi corazón se conmovió con las peticiones. Había oraciones solicitadas por parientes que estaban enfermos, miembros de familias que alguna vez fueron muy activos en la Iglesia y que ahora están distantes, oraciones de traer la paz a una disputa familiar en particular y oraciones por paz y armonía en nuestras ciudades con problemas y violencia. Hubo una oración de agradecimiento por el liderazgo y corazón pastoral de uno de nuestros pastores. Hubo muchas oraciones por niños en edad escolar con toda una vida por delante – oraciones pidiendo que la fe sea llevada a estos niños así como fue llevada a quienes escribieron la petición por sus padres hace décadas.
He retornado cada día a leer y releer estas peticiones. Estas peticiones forman una letanía magnífica de fe en medio de gran necesidad. Y cada una era una oración solicitada en un tiempo de petición financiera anual que financia ministerios durante todo el año, llamada Catholic Services Appeal.
Estas peticiones me transmitieron el mensaje claro: Catholic Services Appeal no es únicamente acerca de recabar dinero, sino también de recabar oraciones e incrementar un corazón generoso en todos. Soy muy privilegiado de tomar el tiempo cada día para hacer estas solicitudes de oración parte de mi propia oración.
Recientemente, recibí la renovación de promesas de nuestros diáconos en la Asamblea Anual del Diácono. Además era la ocasión de instituir a 25 nuevos diáconos candidatos en el proceso público de formación que tomará cuatro años más y que los guiará a su ordenación al diaconato. En la renovación de promesas, pregunté al final si renovarían sus promesas a “… mantener y profundizar el espíritu de la oración que es propia para su vida y, en mantener con este espíritu y lo que es requerido para ustedes, celebrar fielmente la Liturgia de las Horas con y por el Pueblo de Dios y el mundo entero.
Al estar orando durante mi hora santa, recuerdo la frase final, “…con y por el Pueblo de Dios y el mundo entero” Al estar orando las peticiones de CSA, me di cuenta que esta acción santa era con y por el Pueblo de Dios y el mundo entero.
Al comenzar el Catholic Services Appeal este año, les pido que se unan conmigo en oración para que nuestras aportaciones de este año ayuden a llevar a Cristo a otras personas a través de los ministerios de la Arquidiócesis. En CSA, vemos claramente quienes somos en la Arquidiócesis: 110 parroquias ayudándose unas a otras.
También únanse a mí en oración por las peticiones que están en mi capilla. Y este año estamos invitando a cada familia a ofrecer una petición junto con su obsequio de oración y apoyo. Incluiré todas ellas en mi capilla y en mi oración diaria.
El jueves, 6 de octubre — día en que esta columna aparecerá en el periódico The Record- estaré en Roma y tendré el privilegio de reunirme personalmente con el papa Francisco. Le agradeceré por su visita pastoral llena de gracia a los Estados Unidos hace un año, y le aseguraré de nuestras oraciones para y con él. También mencionaré esas tarjetas en mi capilla — concretando las vidas reales de los fieles en la Arquidiócesis de Louisville — uniéndose en oración para nuestro Señor Jesucristo.
Arzobispo Joseph E. Kurtz
