Por Justin McLellan, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO — La “prepotencia” de los invasores que atacan Ucrania y Palestina bloquea el diálogo necesario para construir la paz en esos países, dijo el Papa Francisco.
Sin nombrar explícitamente a Rusia o Israel, el Papa se refirió a “dos fracasos de la humanidad” en la consecución de la paz: “Ucrania y Palestina, donde se sufre, donde la prepotencia del invasor prima sobre el diálogo”.
Hablando el 25 de noviembre en un evento conmemorativo del 40 aniversario de los acuerdos de paz firmados entre Chile y Argentina y mediado por San Juan Pablo II, el Papa Francisco dijo que el acuerdo sigue siendo “modelo de una completa y definitiva solución de una controversia a través de medios pacíficos” que “amerita ser propuesto — como dije recientemente — en la situación actual del mundo, en el que tantos conflictos perduran y se agravan, al no tener la voluntad efectiva de excluir de forma absoluta el uso de la fuerza o la amenaza para resolverlos”.
En 1984, el Vaticano medió en el Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, poniendo fin a años de disputas territoriales y tensiones militares principalmente por las reivindicaciones sobre el Canal de Beagle.
En su discurso, el Papa criticó duramente la voluntad de los países de seguir atrincherados en conflictos armados a pesar del sufrimiento que crean, y condenó lo que llamó “la hipocresía de hablar de paz y jugar a la guerra”.
“En algunos países donde se habla mucho de paz, las inversiones que dan más rédito son las fábricas de armas”, afirmó. “Esta hipocresía nos lleva siempre al fracaso de la hermandad y la paz”.
Antes, el Papa se dirigió a una delegación del Consejo para la Paz Universal — un organismo interreligioso formado por 15 organizaciones pacifistas para promover la paz y el diálogo en Tierra Santa — y les dijo que el diálogo es el único camino para la paz.
Reflexionando sobre los efectos devastadores de la guerra y el odio, como la pobreza, el hambre y la discriminación, reconoció que podría parecer que “nuestros esfuerzos de diálogo son en vano porque producen pocos resultados concretos”.
“En esos momentos, recuerden que cualquier cosa que merezca la pena no es nunca fácil”, dijo. “Requiere sacrificio, requiere la voluntad de volver a comprometerse cada día, especialmente cuando las cosas no parecen ir como nos gustaría”.
El Papa Francisco también recordó la importancia de los jóvenes, de quienes dijo que pueden ser “grandes artesanos de la paz a través del diálogo” y recordando a la gente “que un mundo mejor es posible”.
“Los jóvenes pueden ayudar a los demás a descubrir los elementos cruciales que preparan el camino hacia la paz: el perdón y la disponibilidad para dejar los prejuicios y las heridas del pasado”, dijo.