Por Cindy Wooden, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO — La Misa exequial del Papa Francisco se celebrará el 26 de abril en la Plaza de San Pedro, anunció el Vaticano.
El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidirá la liturgia, que inicia un período de nueve días de luto oficial y misas conmemorativas diarias.
El cuerpo del Santo Padre, que fue trasladado a la capilla de su residencia a última hora del 21 de abril, día de su muerte, será llevado a la Basílica de San Pedro para su velatorio público y oración la mañana del 23 de abril.
Está previsto que el velorio público finalice a finales del 25 de abril con otro servicio de oración para cerrar el féretro.
Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano, dijo que la misa originalmente programada para el Jubileo de los Adolescentes el 27 de abril sería una de las ocho misas conmemorativas que siguen al funeral del papa. Presidirá el cardenal Pietro Parolin, que fue secretario de Estado con el papa Francisco.
Los ritos y rituales para vestir el cuerpo, trasladarlo a la Basílica de San Pedro y celebrar el funeral están publicados en el “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis” (“Ritos funerarios del Romano Pontífice”).
Los ritos fueron aprobados originalmente por San Juan Pablo II en 1998, pero no se hicieron públicos hasta su muerte en 2005. Se utilizaron versiones modificadas de los ritos tras la muerte del Papa Benedicto XVI el 31 de diciembre de 2022, y el Papa Francisco los revisó y simplificó en 2024.
El cardenal estadounidense Kevin J. Farrell, camarlengo de la Santa Iglesia Romana, presidió un servicio de oración para la verificación formal de la muerte del Papa el 21 de abril en la capilla de la Domus Sanctae Marthae, donde el Papa Francisco celebraba una Misa matutina la mayoría de los días antes de su enfermedad final.
El cardenal Farrell encabezará la procesión y oración para llevar el cuerpo del Papa, ya en su ataúd, desde la capilla, a la plaza de San Pedro y luego a la basílica.
Según el libro de ritos, dirá: “Queridísimos hermanos y hermanas, con gran emoción acompañamos los restos mortales de nuestro Papa Francisco a la basílica vaticana donde ejerció a menudo su ministerio como obispo de la Iglesia que está en Roma y como pastor de la Iglesia universal”.
