SAN ANTONIO — Desde Boston hasta Baton Rouge, fieles de todo EE.UU. están tendiendo la mano para llevar ayuda material y espiritual a los afectados por las devastadoras inundaciones repentinas del 4 de julio en la región de Texas Hill Country.
El diluvio ha causado al menos 135 muertos, entre ellos decenas de niños. De las 160 personas desaparecidas, todas menos tres han sido localizadas, según la Associated Press.
Catholic Charities USA, la agencia oficial de ayuda humanitaria de la Iglesia católica en el país, ha puesto en marcha una campaña de donaciones, a la que se puede acceder en línea en catholiccharitiesusa.org.
En Texas, Catholic Charities de la Arquidiócesis de San Antonio está ofreciendo asistencia con fondos de emergencia, alojamiento a corto plazo, gastos funerarios, asesoramiento, servicios legales y otras necesidades inmediatas, según su sitio web.
El territorio de la arquidiócesis incluye las zonas devastadas por las inundaciones, y el arzobispo Gustavo García-Siller realizó una visita pastoral horas después de la catástrofe y celebró una Misa en la iglesia católica Notre Dame de Kerrville para todos los afectados.
Las Hijas Católicas de las Américas (Catholic Daughters of the Americas) también están recaudando fondos de ayuda. Los fieles de todo Texas y Luisiana, así como de Boston, Charlotte, Carolina del Norte, y Wilmington, Delaware, también están abriendo sus corazones y sus manos para ayudar a las personas afectadas por las inundaciones.
