Por Kate Scanlon
WASHINGTON — El presidente Joe Biden anunció el 14 de marzo que firmaría una orden ejecutiva destinada a aumentar el número de verificaciones de antecedentes criminales de los posibles compradores de armas, así como medidas para promover las leyes de bandera roja y el almacenamiento seguro de las armas de fuego.
La orden ejecutiva, publicada el mismo día por la Casa Blanca, no modifica las leyes vigentes, sino que ordena a los organismos federales que garanticen su cumplimiento.
“Sigo pidiendo al Congreso que adopte medidas adicionales para reducir la violencia armada, como prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, exigir la comprobación de antecedentes para todas las ventas de armas, exigir el almacenamiento seguro de las armas de fuego, financiar mi amplio Plan para una América más segura y ampliar las estrategias de intervención y prevención de la violencia en la comunidad”, dijo Biden, un demócrata católico, en la orden. “Mientras tanto, mi administración seguirá haciendo todo lo que pueda, dentro de la autoridad existente, para que nuestras comunidades sean más seguras”.
En declaraciones al anunciar la orden durante una visita al Boys & Girls Club of West San Gabriel Valley en Monterey Park, California, una comunidad donde un tiroteo el 21 de enero en un estudio de danza en vísperas del Año Nuevo Lunar dejó 11 muertos. Biden dijo que la masacre “se convirtió en un día de miedo y oscuridad”.
“Una fiesta de esperanza y posibilidades estuvo marcada por el horror y el dolor”, dijo. “Bailes y música vibrantes fueron sustituidos por vigilias y memoriales. Once almas arrebatadas. Nueve heridos. Luto privado hecho público”.
La Casa Blanca argumentó que garantizar que se realicen todas las verificaciones de antecedentes legales de los posibles compradores acercará a la nación a la comprobación universal de antecedentes tanto como sea posible sin la aprobación de una nueva legislación.
Biden ha pedido la comprobación universal de antecedentes, pero este tipo de propuestas tienen pocas probabilidades de prosperar en un Congreso dividido, donde los republicanos tienen una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes.
“Sigo pidiendo al Congreso que exija la comprobación de antecedentes para todas las ventas de armas de fuego”, dijo Biden. “Mientras tanto, mi orden ejecutiva ordena a mi Fiscal General que tome todas las medidas legales posibles para acercarnos lo más posible a la verificación universal de antecedentes sin nueva legislación”.
“Es de sentido común comprobar si alguien es un delincuente o un maltratador doméstico antes de comprar un arma”, añadió.
En junio, Biden firmó la Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras, un proyecto de ley sobre seguridad de las armas que ampliaba el sistema de comprobación de antecedentes para los posibles compradores de armas menores de 21 años, cerraba una disposición conocida como la “laguna del novio” (boyfriend loophole) para prohibir a los maltratadores domésticos comprar armas de fuego independientemente de su estado civil, e invertía en recursos de salud mental.
Este proyecto de ley, fruto de un compromiso bipartidista sobre la violencia armada, se presentó tras el tiroteo masivo ocurrido el mes anterior en la escuela primaria Robb de Uvalde Texas, en el que murieron 19 niños y dos profesores.
Esa legislación no llegó tan lejos como el presidente había pedido, pero éste la elogió como un logro bipartidista cuando la firmó.
En sus declaraciones en Monterey Park, Biden calificó ese proyecto de “la ley de seguridad de armas más importante en casi 30 años”.
La Ley Bipartidista para Comunidades más Seguras fue elogiada por la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., que animó al Congreso a “seguir trabajando para hacer frente a la plaga de la violencia con armas en nuestra nación”.
