GLASGOW, Ky. — Una pequeña iglesia católica en el centro de Glasgow, Kentucky, ubicada entre media docena de iglesias protestantes, llama la atención del visitante por su tosca fachada de piedra de campo.
Resulta que esas piedras fueron recogidas de los campos cercanos por las mujeres de la parroquia a principios de la década de 1890.
“La gente tenía tantas ganas de construir una iglesia que simplemente empezaron a traer piedra. Y cuando tuvieron suficiente para empezar la construcción, eso fue lo que hicieron”, dijo James Bastien, feligrés de toda su vida, en una entrevista reciente.
Al ser la única iglesia católica en el condado de Barren, la parroquia se encuentra en “territorio de misión”, donde los católicos representan menos del uno por ciento de la población, dijo el padre Joel Rogers, de la orden de los Padres de la Misericordia quien es el párroco.
La iglesia de 132 años, ubicada en 103 W. Brown Street, ha sido designada lugar de peregrinación por el Arzobispo Shelton J. Fabre para el Año Jubilar de 2025, con el tema “Peregrinos de la Esperanza”. Cada lugar ofrece a los fieles la oportunidad de recibir una indulgencia plenaria; véase el decreto del Arzobispo Fabre que se incluye en la parte inferior.
Aunque es un “territorio de misión”, el catolicismo no es nuevo en el condado.
Su presencia se remonta a 1878, cuando sacerdotes visitantes de Franklin, Kentucky, celebraban Misas en domicilios particulares, incluyendo la casa de Clarence y Cora Preston Wood.
En 1889, Cora Wood, matriarca de una familia numerosa, comenzó a recaudar fondos para construir una iglesia católica. Tan solo cuatro años después, en 1893, se construyó e inauguró la Iglesia de St. Helen..
Hasta 1937, la parroquia contaba con el servicio de sacerdotes de la Iglesia St. Joseph en Bowling Green, Kentucky, y de la Iglesia Sacred Heart en Russellville, Kentucky. Posteriormente, en 1937, cuando la Diócesis de Louisville fue elevada a arquidiócesis metropolitana, la parroquia se convirtió en una misión de Cathedral of the Assumption en Louisville. Los domingos y días festivos, los sacerdotes que servían y residían en la catedral la atendían.
En 1954, la Iglesia de St. Helen dedicó su iglesia misionera, Our Lady of the Caves, ubicada en 1010 S. Dixie Street en Horse Cave, Kentucky. La iglesia suele acoger a visitantes del Parque National Mammoth Cave y de Barren River Lake.
En 1956, los Padres de la Misericordia —una congregación religiosa de sacerdotes con sede en Auburn, Kentucky— comenzaron a atender tanto a la Iglesia de St. Helen como a la Iglesia Our Lady of the Caves.
Frances Bastien, feligrés de St. Helen, recuerda el domingo en que los Padres de la Misericordia llegaron a St. Helen.
En una entrevista reciente, comentó que ella y su difunto esposo se acababan de mudar a la zona y que era su primer domingo en la iglesia.
El párroco celebraba su última Misa en la parroquia y “presentó al Padre Boyle y al Padre Rogers”, relató. Al salir de la iglesia, su esposo bromeó: “Hemos causado que se fueran los sacerdotes”, dijo con una sonrisa.
Añadió que ha visto crecer la parroquia mientras criaba a sus cuatro hijos.
“Había muy pocos católicos cuando nos mudamos aquí. Solo había una Misa, y no llenaba por completo la iglesia, y ha crecido con los años”, dijo.
Ahora, St. Helen ofrece cuatro Misas semanales de fin de semana, incluyendo una Misa dominical celebrada en español.
Aproximadamente un tercio de la parroquia es hispana, y la parroquia cuenta con un ministerio hispano activo, dijo el padre Rogers.
El padre Rogers celebró el 25.º aniversario de su ordenación el 10 de junio. Veinte de sus 25 años de sacerdocio los ha pasado en St. Helen, comentó.
“Me siento como en casa”, indicó. “Son feligreses muy comprensivos. Son muy pacientes con mis imperfecciones”.
Ser la única iglesia católica de la ciudad hace que la comunidad sea muy unida, dijo Gina Newberry, una joven feligrés.
Newberry, originaria de Glasgow, se convirtió al catolicismo, según comentó en una entrevista reciente.
“Vine a la iglesia cuando estudiaba en Western (Kentucky University) en Bowling Green, pero cuando regresé aquí, empecé a venir y me encantó porque es una comunidad maravillosa, pequeña y unida”, dijo.
En la parroquia, colabora con las clases de catecismo, asiste a misa todos los días y participa en el grupo de jóvenes adultos, comentó.
