Por CAROL GLATZ
CIUDAD DEL VATICANO — El papa Francisco alentó a los niños a dejar sus teléfonos y enfocarse en pasar tiempo orando y mirando a otras personas para ver sus necesidades.
“El Señor no quiere que pasemos los días encerrados en nosotros mismos. Y este es un gran riesgo para los niños y niñas de hoy: pasar el día mirando la pantalla de un celular”, escribió en su discurso.
“Nuestros ojos están hechos para mirar a los ojos de otras personas”, expresó el Santo Padre. “No están hechos para mirar hacia abajo, al mundo virtual que tenemos en nuestras manos, sino para mirar hacia el cielo, hacia Dios, y mirar a los ojos de quienes viven cerca de nosotros”.
Los comentarios escritos del papa se distribuyeron a los miembros de la sección de niños y niñas de Acción Católica Italiana, un programa parroquial de edificación de fe y extensión social, durante una audiencia en el Vaticano el 15 de diciembre.
“Algunos podrían pensar que ser un buen cristiano requiere, sobre todo, reflexión, meditación”, manifestaba el texto del Sumo Pontífice. “Jesús dice en cambio: ¡Ve! Es un verbo decisivo, porque transforma al discípulo en apóstol, lo hace misionero”.
“Ustedes también, queridos amigos, están llamados a ir, porque a Dios no le gusta que nos quedemos flojos en el sofá; nos quiere en movimiento, en el camino, listos y dispuestos a involucrarnos”, escribió.
Partir puede dar un poco de miedo, acotó, pero vale la pena.
“Es hermoso seguir a Jesús”, escribió. “Es hermoso descubrir el gran amor que tiene por cada uno de nosotros; es hermoso aventurarse en el proyecto de felicidad que tiene en mente para mí, para ti, para todos; es hermoso descubrir los dones que nos regala con gran generosidad, las sorpresas que llenan nuestra vida de asombro y esperanza, que nos hacen crecer libres y felices”.