Por Kate Scanlon
WASHINGTON — La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) permitirá que, por primera vez, farmacias minoristas ofrezcan píldoras abortivas en los Estados Unidos, anunció la agencia el 3 de enero, lo que provocó críticas de grupos católicos y pro-vida.
El cambio de reglas de la administración Biden se produce a raíz de la decisión de la Corte Suprema el año pasado en Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization que anuló la decisión Roe vs. Wade de 1973, lo que permitió a muchos estados restringir el acceso al aborto.
El cambio regulatorio permite la venta de mifepristona, el primero de dos medicamentos utilizados en un aborto químico, en farmacias minoristas. Anteriormente, el medicamento solo podía ser dispensado por algunas farmacias de pedidos por correo, o por algunos médicos o centros de aborto.
El cambio de regla pone fin a un requisito previo en persona para su dispersión. Las nuevas reglas de la FDA aún requieren una receta para los medicamentos, pero permitirán que una gama más amplia de farmacias los almacene y los venda.
Los abortos con medicamentos se están convirtiendo en un método de aborto más común y representan más de la mitad de los abortos en los Estados Unidos, según el Instituto Guttmacher, un centro de investigación en el que confían la industria del aborto y los grupos de defensa del aborto.
Algunos grupos católicos y pro-vida han expresado su preocupación por la seguridad de la droga. En un documento que describe su oposición a expandir el acceso al medicamento para abortos, la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. argumentó que la FDA rechaza las salvaguardas existentes que rigen su uso en otros países, y señaló que en Suecia, por ejemplo, una mujer que se somete a un aborto con medicamentos sería “supervisada por la partera durante 4 a 6 horas en la clínica ambulatoria”.
La FDA ha calificado a la mifepristona como “segura cuando se usa según las indicaciones y las direcciones”.
En una declaración conjunta a OSV News, la Dra. Marie Hilliard, copresidenta del comité de ética de la Asociación Médica Católica (CMA, por sus siglas en inglés) , y el Dr. Lester Ruppersberger, expresidente de la CMA, dijeron que la FDA ha “promulgado una regla que permite los abortos por correo, a través de la prescripción de mifepristona, a pesar de los riesgos documentados para las mujeres que conlleva al uso de la mifepristona: hemorragia, infección y retención de restos fetales (aborto incompleto)”.
La administración Biden, dijeron Hilliard y Ruppersberger, “ha dejado claro que no está de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de que la regulación del aborto pertenece a los estados y no al gobierno federal”.
La nueva regla, dijeron, “pondrá en riesgo la salud de las mujeres y su verdadero consentimiento informado”.
En un comunicado, Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony Pro-Life America, dijo: “La administración de Biden ha demostrado una vez más que valora las ganancias de la industria del aborto por encima de la seguridad de las mujeres y la vida de los niños por nacer”.
“Los activistas del aborto quieren convertir cada oficina de correos y farmacia en un negocio de abortos, y la FDA de Biden está dispuesta a participar, incluso cuando los estudios muestran que las salas de emergencia están inundadas de mujeres que sufren complicaciones graves y potencialmente mortales causadas por los medicamentos abortivos”. Dannenfelser dijo. “Las píldoras abortivas químicas pueden causar complicaciones peligrosas, como hemorragia e infección, y las complicaciones son más probables cuando las píldoras se dispensan sin un examen médico o atención de seguimiento”.
Dannenfelser dijo que algunos gobernadores pro-vida “entienden esta amenaza, razón por la cual muchos estados han promulgado salvaguardas para proteger a las mujeres y sus hijos por nacer”.
“Los legisladores estatales y el Congreso deben actuar como un baluarte contra el extremismo a favor del aborto de la administración Biden”, dijo Dannenfelser. “Esperamos ver que la FDA haga su trabajo para proteger la vida de las mujeres y poner fin a los abortos químicos”.
