Esperanza en El Señor — Servicio de jurado

Archbishop Joseph E. Kurtz
Archbishop Joseph E. Kurtz

Mientras que la mayor parte de Louisville y una buena parte del mundo está usando estas dos semanas para prepararse por esos dos famosos minutos celebrados anualmente como “el Derby”, tuve el privilegio de servir en el servicio de jurado. Es un compromiso de dos semanas – principalmente esperando – lo cual me ha dado una nueva apreciación por el bien común y los beneficios de vivir en una tierra en donde cuyos cuidadosos esfuerzos son realizados para buscar la justicia por los agraviados.

Debo admitir que el servicio de estar disponible para servir en el jurado es algo que sabía en el fondo de mi mente. Quizás vino a mi mente de la clase de civismo de high school (era llamada “Problemas en la Democracia” cuando yo tomé la clase), o quizás fue mi primer estudio de la Carta Magna de 800 años firmada en 1215. Este documento le dio a Inglaterra el regalo de un proceso que busca juicio por sus iguales cuando uno es acusado de hacer mal o cuando hay una disputa que no puede ser resulta de otra manera.

Me reporté el lunes, 24 de abril  y me sorprendió que yo me encontrara entre aproximadamente 150 adultos que fueron seleccionados al azar. En Kentucky, aquellos que se registran para votar, tienen una licencia de conducir o pagan impuestos estatales entran al grupo de donde se seleccionan los jurados.

Me impresionó la calidad justa de los procedimientos. Se nos advierte de no hablar con nadie acerca de ningún detalle del juicio si se es seleccionado como jurado. Puedo decir con seguridad que para el tiempo de este escrito, no he sido seleccionado. Sin embargo, permanecer sentado y esperando me ha dado una oportunidad de enfoque en la responsabilidad civil.

Consulté el “Catecismo de la Iglesia Católica” para ayudarme con mi reflexión privada y busqué por las diferentes formas de justicia. La descripción comienza en el párrafo 2410. Recuerdo de mis estudios de seminario que una forma de justicia se relaciona a la obligación del ciudadano de promover el bien común. Votar de una manera informada es parte de esas obligaciones privilegiadas. Permitirse así mismo ser considerado para cargo o para comités públicos especiales también está dentro de esas obligaciones para aquellos a quienes se les ha dado el talento para tal servicio. Este tipo de justicia es llamada justicia legal. Es aquella obligación que debo equitativamente a la comunidad. Aquí es donde se encuentra el servicio de jurado. 

Hay otras formas de justicia. Recuerdo que pagarle a alguien la cantidad acordada por un pórtico bien pintado se llama justicia conmutativa. Luego está la justicia distributiva, la cual identifica la obligación que la sociedad tiene para cada individuo, como proveer buenas carreteras y calles seguras. La última – y a la cual se le ha prestado mucha atención hoy en día – es justicia social. Esta equidad está basada en tratar a las personas con la dignidad que merecen como creaciones de Dios y cuidar por nuestra casa común, la tierra.

Ser llamado para servicio de jurado y leyendo el “Catecismo” me ha dado la oportunidad de reflexionar en la justicia en todas sus formas. Me gustó consultar el “Catecismo” para ver este tratado más completo. Si le gustaría leerlo, vaya a la sección III, que trata de La Vida en Cristo. El subtítulo bajo el cual el tratamiento de justicia se encuentra es titulado “El Respeto de las Personas y sus Bienes”. (El Catecimo de la Iglesia Catolica se puede encontrar en línea en https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/
index_sp.html).

Mayo es el Mes de Nuestra Santisima Madre Maria

Cuando buscamos el modelo de vivir una vida justa, claro que mi mente va directamente a Jesús y después a Su madre María y a San José, el hombre justo. El primero de mayo es la celebración de San José Obrero. El mes de mayo está lleno de tradiciones que honran a nuestra Santísima Madre María, que incluye coronaciones y rezos especiales del Santo Rosario. Este año, el 13 de mayo marca el centésimo aniversario de la aparición de nuestra Santísima Madre a los niños de Fátima. Tendremos una Misa especial en la Catedral el sábado, 13 de mayo, comenzando con el rezo público del Santo Rosario a las 10:30 a.m. seguido de Misa en donde yo seré el celebrante principal y el padre Matthew Hardesty predicará.

La experiencia del servicio de jurado me ayudará a prepararme. La espera y la reflexión en nuestra responsabilidad cívica me han ayudado a reflexionar en lo que hace a una sociedad justa y equitativa.

Que nuestra oración de intercesión a nuestra Santísima Madre nos lleve a su Hijo, Jesús, quien es la fuente de justicia.

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