Por Arzobispo Joseph E. Kurtz
Muchas personas me han preguntado sobre la nueva película “No Planeado”. Lo que típicamente escucho es que es una película que “se debe ver”. Su popularidad puede que haya sorprendido hasta a los propios productores de la película. Si bien no la he visto, entiendo que es la historia de Abby Johnson, la cual trabajó en Planned Parenthood y estuvo tan horrorizada por la cruel realidad de la eliminación de la vida humana que se transformó en una gran defensora de la protección del niño en el vientre.
Recientemente, escuché una entrevista con la Sra. Johnson y con la actriz que interpretó su papel en la película. Ambas expresaron sorpresa de que la película recibiera una clasificación “R” (para adultos), pero reconocieron que tal clasificación confirma la naturaleza violenta del aborto. El interés de tantas personas en la película puede indicar algo que está en marcha en nuestra cultura – el reconocimiento de la horrible naturaleza del aborto. Estudios recientes sobre la alta frecuencia de niños con síndrome de Down genético que están siendo abortados puede estar poniendo cara a esa realidad y llamando a buscar alternativas.
Durante estos días de Semana Santa, caminamos los últimos pasos en la vida de Jesús. Meditamos sobre la cruel muerte del Inocente, Jesús, el cual vino a salvarnos. El domingo pasado, di mi bendición final para terminar “40 Días por la Vida” en la cual las personas durante toda la temporada de Cuaresma presionaron y oraron por la protección de los niños inocentes.
Sin lugar a duda, tenemos un doble deber como Católicos y como personas de buena voluntad cuando nos unimos a proteger al niño en el vientre. Nuestro primer deber es explorar formas en las arenas legislativa y judicial, así como en el campo de la opinión pública, para hablar en nombre del niño sin voz. Algunas medidas muy positivas avanzaron este año en la legislatura de Kentucky, y me uní a los Obispos de Kentucky para alabar estos avances. Esta declaración se puede encontrar en la página web de la Conferencia Católica de Kentucky www.ccky.org. Adicionalmente, celebramos el restablecimiento por un juzgado superior de un proyecto de ley de 2017 que se aprobó en Kentucky, el cual estipula el uso de tecnología de ultrasonido para garantizar que una madre que esté considerando abortar tome una decisión informada.
Tenemos un segundo deber. Tenemos que unirnos a esta protección del niño en el vientre con protección y apoyo a la mujer embarazada la cual sufre y no tiene a dónde acudir.
Gracias por vuestro apoyo a la colecta que se hizo en enero para Opportunities for Life, que apoya a las madres y a sus hijos no nacidos a través de varios programas en las cuatro diócesis de Kentucky.
También aplaudo los esfuerzos de nuestro ministerio pro-vida liderado por Ed Harpring en la Oficina de los Ministerios de la Familia, en Cáritas Parroquial liderada por Lisa DeJaco Crutcher y tantos otros buenos grupos como Caminito (Little Way), el cual asiste incansablemente a las madres necesitadas – ofreciendo una alternativa verdadera para
ellas y para sus hijos.
También os doy las gracias a todos vosotros que intentáis influir en el campo de la opinión popular para que cada vez más personas en nuestra cultura escuchen la voz del niño en el vientre y sean transformadas para defender al inocente. Mientras caminamos con Jesús hacia la cruz durante estos días de Semana Santa, estamos alentados y fortalecidos por la gracia de Su cruz y resurrección. ¡Que esta semana sea el momento de actuar por la vida!
