Esperanza en El Señor — El Picnic de San Jerónimo

Archbishop Joseph E. Kurtz
Archbishop Joseph E. Kurtz

El obispo John McRaith (Owensboro) frecuentemente me habló acerca de Fancy Farm y el famoso Picnic de la Parroquia San Jerónimo, la cual celebró su 134 aniversario este año. Por cerca de 100 de esos años ha proporcionado un gran evento político para Kentucky – uno que atrae virtualmente a cada persona postulante a la candidatura en Kentucky y a otros 10,000 mas.

Bueno, quien lo iba a decir, hace pocos meses el padre Darrell Venters, sacerdote de la Parroquia San Jerónimo escribió en nombre de los planeadores, Mark y Lori Wilson, para invitarme a hablar después de la apertura y antes de que la retórica política comenzara. Yo estaba encantado por la invitación y me fui hacia el Oeste hace 10 días – compartiendo gran parte del camino con el Obispo Medley quien ofreció la oración de apertura.

Qué gran oportunidad ver a un gran número de Americana y políticos trabajando – justo en el tiempo en que los Obispos de Estados Unidos están haciendo una revisión a ciudadanos fieles

Déjenme compartir con ustedes los tres mensajes que di y que la multitud (me dijeron que aproximadamente 5,000 de los 15,000 personas que asistieron al picnic ese día) recibió con amabilidad y respeto.

Juntos estamos de pie; divididos nos caemos

Comenzando con nuestro fuerte lema de Kentucky, anuncié que nosotros, buenos ciudadanos de Kentucky, como Virginia, Pennsylvania y Massachusetts, nos llamamos a sí mismos “mancomunidad”. Una definición del diccionario describe la mancomunidad como “fundada en la ley y unida por pacto o acuerdo de la gente por el bien común”.

El lema del Commonwealth de Kentucky aclara que más importante que cualquier beneficio personal o individual de participar en el proceso democrático y específicamente postulándose a la candidatura y votando, el buen ciudadano considera el bien común – la riqueza común – el bienestar de todos.

Dios nos hizo para vivir en comunidad. Por ello la preocupación por los demás, lo cual la política insta, es parte de nuestra DNA. Además, esta preocupación por los demás que debería ser fundamental para la política nace y es alimentada en familias saludables, y en familias fuertes y comunidades fuertes son esenciales para un orden político saludable y vibrante.

Libre para Servir

Regresé a nuestra reciente celebración del 4 de Julio y, para la Iglesia católica en Estados Unidos, marcó la finalización del 3er. año de “La Quincena por la Libertad”, los 14 días de oración, estudio y acción positiva de apreciar y proteger la libertad religiosa que es nuestra en América.

“Libertad para Servir” fue el tema para esta Quincena de este año, y refleja la idea de que América está en su mejor tiempo cuando se alienta a las personas de todas las religiones a servir. En mi homilía en el National Shrine in Washington DC el 4 de Julio, dije: “Desde los principios de nuestra nación, personas de fe han tenido un impacto profundo en la vida y estructura de nuestra nación precisamente porque hemos utilizado esta libertad para servir a otros”.

Solamente piensen en las miles de comunidades religiosas, caridades y hospitales patrocinados por comunidades religiosas poniendo la fe en acción – realizando alcance hacia los más vulnerables y aquellos sin voz en nuestro entorno. Que orgullosos podemos estar de la manera en que personas de fe y de buena voluntad han usado su libertad de buena manera – ¡para servir a otros!

Al todos nosotros apreciar y proteger nuestra libertad religiosa, estamos consientes de partes de nuestro mundo en donde grandes amenazas a la libertad religiosa existen. Por favor acompáñenme en oración y acción por paz al buscar el camino de la libertad para aquellos perseguidos alrededor del mundo. De igual manera, si no apreciamos y protegemos la primera libertad, todos sufriremos.

La fe enriquece
la vida pública

Finalmente le recordé a la audiencia de la poderosa idea de que personas de fe enriquecen la vida pública. Así como América es de lo mejor cuando las personas de fe sirven a otros, así también América es de lo mejor cuando personas de fe y de buena voluntad traen consigo nuestras convicciones morales y cívicas a la arena política.

La primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, al salvaguardar que ninguna religión es impuesta sobre los ciudadanos, provee la seguridad y protección del ejercicio libre de nuestra religión. Llevamos esas convicciones con nosotros cuando entramos a la vida pública y dejamos que nuestras acciones sean moldeadas por ellas.

Fue una emoción visitar Fancy Farm por primera vez. Pido a Dios que nos ayude a todos nosotros buenos ciudadanos a tomar parte en nuestra mancomunidad – buscando siempre el bien común.

Arzobispo Joseph E. Kurtz

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