Por Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO — El cristianismo no es una escuela de ideas ni una colección de templos hermosos y arte precioso; es un pueblo vivo que sigue a Jesús y da testimonio de él todos los días, dijo el papa Francisco.
“¿Soy un cristiano que da testimonio de Jesús o soy un simple numerario de esta secta”, incapaz de permitir que el Espíritu Santo “me guíe hacia adelante en mi vocación cristiana?”, él preguntó durante la homilía de la Misa del 6 de mayo en el Domus Sanctae Marthae, donde vive.
“Un cristiano que no da testimonio es impensable”, él dijo, según un informe de Radio Vaticana.
“No somos una religión de ideas, de pura teología, de cosas bellas ni de mandamientos. No, somos un pueblo que sigue a Jesucristo y da testimonio, es decir, que quiere dar testimonio de Jesucristo, y este testimonio a veces termina siendo dar la vida”, él dijo.
El papa examinó durante su homilía el martirio de san Esteban, primer mártir de la iglesia. Como Jesús, el santo fue objeto de líderes celosos que querían eliminarlo y fue el objetivo de falsos testigos, dijo el papa.
Pero san Esteban sabía que sus acusadores estaban resistiéndose al Espíritu Santo y él murió, como Jesús, pidiendo que sus perseguidores fueran perdonados.
Los responsables de la muerte del mártir estaban llenos de odio, odio que había sido sembrado en sus corazones por el diablo, dijo el papa.
Es por eso que en una de las bienaventuranzas Jesús dijo: “Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias”.