Tras un tiroteo que dejó a 12 personas muertas en Virginia Beach, Virginia el 31 de mayo, el presidente del Comité de Obispos de Estados Unidos sobre Justicia Doméstica y Desarrollo Humano pidió a la sociedad estadounidense que examine por qué continúan ocurriendo incidentes tan violentos.
“Este tiroteo nos recuerda una vez más que algo está fundamentalmente quebrado en nuestra sociedad y cultura cuando los lugares de trabajo ordinarios pueden convertirse en escenas de violencia y desprecio por la vida humana”, dijo el obispo Frank J. Dewane, de Venice, Florida, en una declaración el 1 de junio.
Dijo que la sociedad debe buscar formas de “erradicar las causas de tal mal”.
“Se necesita acción para intentar reducir la frecuencia de estos actos abominables a través de la legislación y la capacitación. Hago un llamado a los católicos de todo el país para que oren por los muertos y heridos, así como por la sanación en la comunidad”, dijo el obispo Dewane.
Autoridades dijeron que un empleado que había trabajado por 15 años en el Departamento de Obras Públicas de la ciudad entró a un edificio en un complejo municipal poco después de las 4 de la tarde del 31 de mayo y comenzó a disparar. Doce personas murieron y seis resultaron heridas en el caos, dijeron.
El jefe de policía James A. Cervera no discutió el motivo del tiroteo, pero dijo que DeWayne Craddock, todavía estaba empleado por la ciudad cuando sucedió del tiroteo.
Solamente una persona, de todos los que murieron, no estaba empleada por la ciudad, dijeron las autoridades.
La policía de Virginia Beach, la policía estatal de Virginia y los agentes del FBI trabajaron durante toda la noche para identificar a las víctimas, que fueron encontradas en los tres pisos de un edificio en el complejo.
La policía respondió poco después de recibir informes de un hombre armado disparando a personas en el edificio y les ayudó a escapar, mientras otros cerraban las puertas y se escondían debajo de los escritorios. Cuatro policías encontraron al pistolero en un pasillo del edificio, dijo Cervera a fines del 31 de mayo, un tiroteo largo comenzó y terminó cuando agentes lo neutralizaron a balas.
Notas en el sitio web de Virginia Beach identificaron a Craddock como un ingeniero que trabajó como gerente de proyectos y contacto para proyectos de servicios públicos.
El gerente de la ciudad, Dave Hansen, dijo en una conferencia de prensa que las víctimas “dejan un vacío que nunca podremos llenar”.