La próxima semana, decidiremos sobre un nuevo liderazgo para nuestro gobierno nacional, estatal y local. Como católicos y ciudadanos fieles, estamos llamados a participar en el proceso político para promover el bien común y el respeto por toda vida humana y la dignidad de la persona humana.
Desafortunadamente, en lugar de traer esperanza, la temporada electoral a menudo parece causar ansiedad, ira e inquietud. En medio de todos estos sentimientos, como personas de fe y de buena voluntad, debemos acordarnos de acudir al Señor e invitarlo a que nos acompañe. A través de la oración, Dios nos guiará y ayudará a formar nuestra conciencia mientras nos preparamos para votar el 5 de noviembre.
Entonces, ¿cómo formamos nuestra conciencia como ciudadanos fieles? Mis hermanos obispos y yo hemos publicado Formando la Conciencia para ser Ciudadanos Fieles, un marco para ayudar al pueblo de Dios a mantener ante ellos nuestra fe, la verdad de Dios y las enseñanzas de la Iglesia católica. “Con esta base, los católicos están mejor equipados para evaluar posturas políticas, los programas de los partidos políticos y las promesas y acciones de los candidatos a la luz del Evangelio” (Ciudadanos Fieles, no. 5).
¿Qué podemos hacer?
Animo a todos a mantenernos informados y buscar información correcta sobre temas de la sociedad y de nuestra comunidad; estudiar la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia; y orar y discernir la voluntad de Dios (Ciudadanos Fieles, no.18). Al decidir a quién apoyar o qué temas respaldar, considere las enseñanzas de la Iglesia mientras trabajamos para construir una cultura de vida porque las enseñanzas magistrales son consistentes y se basan en una comprensión completa de la dignidad inherente de cada persona (Ciudadanos Fieles, no. 8).
Como católicos, tenemos el derecho y la responsabilidad moral de abogar por el bien común. Las cuestiones que conciernen a la santidad de la vida –como el aborto, la inmigración, el hambre, la eutanasia, la violencia, la pena capital y adecuada atención a la salud– son la razón por la que debemos ser participantes activos en el proceso político. Nuestra fe nos enseña que estamos obligados a “participar en la formación del carácter moral de la sociedad” (Ciudadanos Fieles, no. 9). Así compartimos el Evangelio de la vida. El amor de Jesús por nosotros nos obliga a amar a nuestro prójimo. Cuando defendemos lo que es correcto y justo, respetamos la dignidad de cada persona humana.
Como quien les sirve como Arzobispo de Louisville, no les diré por quién votar o apoyar porque deben votar con su conciencia. Sin embargo, sí les pido que pasen tiempo en oración, ya sea en su iglesia parroquial ante el Santísimo Sacramento, o en su hogar en contemplación escuchando la voz de Dios. Buscar la ayuda del Espíritu Santo al discernir y formar nuestra conciencia es correcto, justo, noble y santo. Como católicos, no caigamos en la trampa del tentador al no formar nuestra conciencia en vista de las verdades eternas de Jesucristo y de las enseñanzas morales de la Iglesia, para no cometer un juicio erróneo (cf. Ciudadanos fieles, n. 18).
Los animo a leer el documento Formando la Conciencia para ser Ciudadanos Fieles. Reflexionen en oración sobre el material y úsenlo como guía para formar su conciencia. Estamos llamados a ser ciudadanos fieles y usar nuestras voces para construir una sociedad justa. Únase a mí para orar por unas elecciones pacíficas y que con nuestra conciencia formada elijamos funcionarios que hagan lo correcto y justo para el bien común.