
Por Junno Arocho Esteves, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO — En el último día de luto oficial por la muerte del Papa Francisco, el fallecido pontífice fue recordado como alguien que estaba decidido a vivir la misión que se le había encomendado y servir a los demás, incluso cuando su salud se deterioró.
Presidiendo una Misa conmemorativa el 4 de mayo, el cardenal francés Dominique Mamberti, protodiácono del Colegio Cardenalicio, dijo que el Papa Francisco “permaneció fiel a su misión hasta el agotamiento de sus fuerzas”.
“Estuve cerca de él el domingo de Pascua, en la logia de las bendiciones de esta basílica, testigo de su sufrimiento, pero sobre todo de su valentía y de su determinación de servir al Pueblo de Dios hasta el final”, dijo el cardenal Mamberti en su homilía en la Basílica de San Pedro.
Los principales concelebrantes en la Misa conmemorativa, que marcó el último día de los “novendiali” — los nueve días de luto oficiales y misas por el difunto pontífice — fueron el cardenal Leonardo Sandri, subdeán del Colegio Cardenalicio, y el cardenal Robert F. Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos del Papa Francisco, nacido en Chicago.
A menos que sea elegido Papa, al ser un cardenal diácono mayor, el cardenal Mamberti es también el encargado de declarar al público la elección del nuevo Papa proclamando las palabras “Habemus papam” (“Tenemos Papa”).
En su homilía, el cardenal francés reflexionó sobre la lectura del Evangelio, que recordaba la triple pregunta de Jesús a Pedro, en la que preguntaba al discípulo si le amaba y luego le encomendaba “apacentar” y “cuidar mis ovejas”.
La misión confiada a Pedro, dijo el cardenal Mamberti, “es el amor mismo que se convierte en servicio a la Iglesia y a toda la humanidad”.
En sus enseñanzas, viajes, gestos y forma de vida, el Papa Francisco fue fiel a esa misión advirtiendo “a los poderosos que debían obedecer a Dios antes que a los hombres y proclamó a toda la humanidad la alegría del Evangelio, del Padre Misericordioso, de Cristo Salvador”, dijo.
El fallecido Papa también destacó la importancia de la adoración y el culto ante Dios “que viene en la pequeñez, que habita en nuestros hogares, que muere por amor”, dijo el cardenal, citando las palabras del Papa Francisco.
“Esta capacidad de adoración no era difícil de reconocer en el Papa Francisco”, dijo el cardenal Mamberti. “Su incansable vida pastoral y sus innumerables encuentros, estaban fundados en los largos momentos de oración que la disciplina ignaciana había impreso en él. Muchas veces nos recordó que la contemplación es ‘un dinamismo de amor’ que ‘nos eleva a Dios no para desprendernos de la tierra, sino para hacernos habitar en ella profundamente’.”
El cardenal Mamberti concluyó su homilía recordando la devoción del Papa a María, evidenciada por sus “126 visitas a la ‘Salus Populi Romani’”, el icono mariano custodiado en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
“Y ahora que descansa junto a la amada imagen, lo confiamos con gratitud y confianza a la intercesión de la Madre del Señor y Madre nuestra”, dijo el cardenal Mamberti.