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Esperanza en El Señor — El regalo de la vida consagrada

Archbishop Kurtz
Archbishop Kurtz

Parece que septiembre de 1955 fue hace mucho tiempo. Durante este año, entré al cuarto grado y fui a la escuela St. Canicus en el pequeño pueblo minero de Mahanoy City y conocí a las Monjas Grises del Sagrado Corazón por primera vez. Mi pequeña escuela parroquial de St. Mary hubo cerrado sus puertas debido a la disminución de inscripciones, mis nueve compañeros y yo tuvimos que buscar una nueva escuela hogar.

Fue grandioso recordar aquellos años de la primaria al celebrar la Semana de las Escuelas Católicas el mes pasado. Una razón por la cual los recuerdos permanecen frescos es porque sigo en contacto con compañeros que siguen siendo buenos amigos, e incluso, todavía escribo y visito a una Monja Gris que fue la directora y maestra de séptimo grado: Hermana Mary Denis Woods, GNSH. Ella y su hermana sirvieron como mujeres religiosas en nuestra pequeña escuela y tuvieron un gran impacto en mi vida y en las decisiones vocacionales de incontables compañeros. De hecho, cuando mi compañero durante la primaria, secundaria/preparatoria y el seminario, Monseñor Bob Wargo y yo estábamos buscando por una lista de compañeros, ¿adivinen quién la tenía? Sr. Mary Denis. Si usted quiere saber más acerca las Monjas Grises y la escuela Canicus, este es el enlace: https://greynun.wordpress.com/2013/09/22/mahanoy-city-pa-celebrates-150-year-anniversary/.

Es bueno para nosotros recordar la gran influencia de mujeres religiosas – aquellas que dedican sus vidas a seguir a Jesús al vivir en una comunidad con votos de pobreza, castidad y obediencia – he encontrado que es raro el católico que no haya sido influenciado positivamente por alguien consagrado a la vida religiosa. Sería un buen ejercicio para todos nosotros de ver en el Internet la orden religiosa que nos sirvió en nuestro crecimiento o quienes nos sirven ahora.

Claro que hombres y mujeres consagrados continúan contribuyendo a la Iglesia y a la sociedad – a través de sus oraciones y ministerios en las áreas de educación, cuidado de la salud, formación espiritual, servicio social y mucho más. Los animo a rezar por religiosos(as) en la arquidiócesis así como aquellos en otras formas de vida consagrada, tales como ermitas, vírgenes consagradas e institutos seculares.

A comienzos de este mes, el 2 de febrero, el Día Mundial para la Vida Consagrada fue celebrado. En 1997, el papa Juan Pablo II comenzó esta celebración anual, y hasta este día, nosotros en Louisville hemos tenido una Misa honrando a aquellos hombres y mujeres religiosos que se encuentran celebrando aniversarios especiales. Este año, estuve en las Filipinas como parte del esfuerzo para ver el progreso de los esfuerzos humanitarios por Catholic Relief Services del tifón devastador Haiyan que pegó el 8 de noviembre del año pasado, así que no pude estar en la Misa. Doy gracias al padre Mark Spalding, Vicario General, por presidir la Misa y envío mis felicitaciones a aquellos invitados que fueron honrados. Cada año me asombro de la fidelidad – en muchos casos, más de 70 años y en un caso hace unos años, 80 años como hermana. La rica herencia es mejor dicha por los testigos de aquellos cuyas vidas y corazones fueron tocados cuando estas hermanas sirvieron a tantos tan bien. Aunque me encontraba de visita al otro lado del mundo, mi corazón estaba con aquellos que se reunieron y todos los que fueron honrados.

Y si ustedes piensan que hombres y mujeres de vida consagrada es cosa del pasado, aquí hay unos hechos de un estudio del 2013 sobre aquellos entrando a la vida religiosa compilado por CARA (Center for Applied Research in the Apostolate):

Que grandioso es el testimonio de hermanas como mi amiga, Sr. Mary Denis. Por favor oren por todos aquellos que se han comprometido a la vida religiosa y asegúrense de agradecerles. Que ellos continúen inspirados por Jesucristo y respondan generosamente al don de Dios por su vocación.

ARZOBISPO JOSEPH E. KURTZ

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