Esperanza en El Señor — Santa María Magdalena, Apostol de Apóstoles

Archbishop Joseph E. Kurtz
Archbishop Joseph E. Kurtz

“Escogida porque eres amada y amada porque eres escogida.”

Esta es la forma en la que San Anselmo de Canterbury describió a Santa María Magdalena. He estado pensando en ella durante estos días mientras nos preparamos para mudar la Cancillería (y cambiarle el nombre a Centro Pastoral Archidiocesano) de los terrenos de la antigua Parroquia de Santa María Magdalena, la cual se cerró en 1996, a una nueva ubicación – a los terrenos de la activa Parroquia de la Sagrada Familia. Probablemente la mudanza no se realizará hasta el próximo mes de marzo aproximadamente, pero ya estoy reflexionando sobre cómo mantener la presencia de Santa María Magdalena.

Y he aquí que el Papa Francisco solucionó el problema. Acaba de hacer un cambio extraordinario en el año litúrgico de la iglesia, elevando su celebración anual de conmemoración (lo que la mayoría de los santos tienen) al rango de fiesta, lo cual la equipara con los doce apóstoles.

Y lo hizo por razones muy emotivas. Primero, Santa María Magdalena es una mujer extraordinaria que se encuentra en el corazón de la vida de la Iglesia. Hay muchas leyendas que la unen a diversas referencias a una mujer llamada María la cual aparece en las Sagradas Escrituras: la hermana de Marta y Lázaro o la mujer que virtió perfume caro de nardos en los pies de Jesús y se los secó con su pelo. Mientras que los estudiosos seguirán escribiendo tomos de estas leyendas, hay un relato de María en el cual la identidad de Santa María Magdalena no se discute.

Ella es la persona que se menciona que se encuentra a los pies de la cruz de Jesús y la que en la mañana de la primera Pascua tuvo el privilegio de encontrarse con el Jesús Resucitado en el jardín cercano a su tumba. A través de sus lágrimas por la pérdida de su Salvador en una muerte cruel e injusta, ella lo reconoce cuando Él pronunció su nombre: “María.” Fue ella la que en su alegría y emoción fue corriendo a los apóstoles Pedro y Juan y se lo dijo, y estos al oírla fueron a pie a la tumba vacía. Verdaderamente, fue escogida porque fue amada y amada porque fue escogida.”

A ella también se la llama la “Apostol de los Apóstoles.” La preciosa carta escrita por el Arzobispo Arthur Rose, Secretario de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, usa esta frase como título del anuncio formal de este cambio en el estatus litúrgico.

En la carta, él cita las palabras de Jesus en Juan 20:17: “…donde el Señor dice a María, ‘Noli me tangere’ (‘No te aferres a mi’ Juan 20:17). Esto es una invitación a entrar en una experiencia de fe que va más allá de las asunciones materialistas y de la comprensión humana tras el Misterio divino el cual se dirigió no sólo a María sino a toda la Iglesia. Este es un momento eclesial. Esta es una lección importante para todos los discípulos de Jesucristo a no buscar la seguridad humana ni la vanagloria de este mundo, sino a buscar en la fe al Cristo vivo y resucitado.”

Santa Maria Magdalena, eleva la dignidad en la Iglesia de todas las mujeres y hombres para recibir la Buena Nueva de Jesús, ahora resucitado y glorioso, y para anunciar Su presencia aquí y ahora en los corazones de todas las personas, especialmente en el de aquellas que más necesitan de Él.

Arzobispo Joseph E. Kurtz

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