Esperanza en El Señor — Elevando los Estándares: Escuelas Católicas

Arch.J.Kurtz.Headshot.RGB.09-10Arzobispo Joseph E. Kurtz

En tercer año, mi escuela primaria Católica cerró y me mudé a una escuela cercana. Solo habíamos 11 en mi clase; nuestros primeros tres años eran en un solo salón con tres pasillos. Cada año nos íbamos moviendo un pasillo más cercano a la ventana.

Aunque era muy personal, pienso en esa formación temprana al tiempo que elevo el estándar para las escuelas católicas. Eventualmente fui a una escuela preparatoria católica y posteriormente al seminario. Al mirar hacia atrás, sin embargo, esa primera escuela se volvió el estándar.

El martes pasado celebré la Misa por la Semana de las Escuelas Católicas en la Iglesia de Holy Family, y el tema fue “Elevando los Estándares”. Hay un ingenioso juego de palabras en ese tema.

Primeramente, pienso en izar la bandera a toda asta. De hecho, busqué el origen de la palabra “estándar” y encontré sus raíces en la antigua palabra francesa, estandart, que significa lugar de reunión. Este año en la arquidiócesis, “elevaremos los estándares” de las escuelas católicas al reunir a cada pastor, consejo parroquial, director y consejo escolar para reflexionar en el obsequio de las escuelas primarias católicas y considerar como podemos mejorar nuestra identidad católica junto con nuestros modelos de gobernanza y finanzas. Estamos izando la bandera de las escuelas católicas como un lugar de reunión para juntos pensar en cómo asegurar que el obsequio de la educación de las escuelas católicas esté aquí para las generaciones venideras.

Louisville continúa en ser nacionalmente prominente como un lugar para escuelas católicas fuertes. Investigación reciente muestra que aun con una disminución en los últimos diez años, somos terceros en la nación por el porcentaje de nuestros hijos que se encuentran en escuelas católicas. Nuestro Catholic Elementary School Report, el cual constituye un punto de partida para las discusiones que tendremos entre las parroquias y escuelas este año, revela que aun con las fusiones y cambios de los católicos a través de los 24 condados de Kentucky que comprenden nuestra arquidiócesis, una escuela católica se encuentra a 20 minutos de cada estudiante en Jefferson County y sorpresivo para mi, dentro de 35 minutos de la mayoría (95%) de las familias católicas de los 24 condados. Este estudio ha sido ampliamente distribuido, y se lo recomiendo para su revisión. (Vaya a www.archlou.org/schoolreport.)

Por supuesto, el significado principal del tema de la Semana de las Escuelas Católicas tiene que ver con estándares de excelencia. Orgullosamente podemos proclamar que nuestras escuelas católicas son centros de excelencia académica y de altos estándares morales. ¿Necesitamos continuar mejorando? Puede estar seguro que lo hacemos. Sin embargo, no sé cómo podríamos continuar pasando la fe católica en un mundo con incremento secular si no tuviéramos la gema de la educación de escuelas católicas.

Aproximadamente hace dos años, el cardenal Dolan escribió un artículo en America titulado “Las Escuelas Católicas que Necesitamos”. De una manera vívida describe la efectividad de las escuelas católicas haciendo hincapié en ¡los esfuerzos de los regímenes Nazis y Comunistas del siglo pasado en destruirlas! Recordé que el sacrificio ha sido asociado a escuelas católicas desde un principio. Fue parte de mi vida y quizás parte de la suyas. De todos los retos que él menciona (y hay muchos), dice: “La razón más paralizante, sin embargo, puede descansar en un enorme cambio en la mentalidad de los americanos católicos, es decir, que la responsabilidad de las escuelas católicas pertenece solo a los padres de los estudiantes que asisten a ellas, no a toda la Iglesia”. En nuestra época, somos tentados a reducir las escuelas católicas a solo una mera elección.

Cuando pienso en el salón de 11 estudiantes en la calle Mahoney en St. Mary’s Catholic School, recuerdo como fuimos formados con altos estándares. Recibimos una gran base académica de maneras diversas, así como también altos estándares de moral, basados en nuestra fe católica. La mayoría de nosotros hemos conocido la persona de Jesucristo dentro y a través de Su Iglesia, y, sabiendo que el amor de Jesús extrae lo mejor de nosotros, esta experiencia de la educación de escuelas católicas ayuda a moldear nuestro carácter de maneras profundas, haciéndonos buenos para nuestras familias, nuestro trabajo y nuestra sociedad.

Recientemente Fr. Bill Burks, padre de la parroquia St. Pius X y uno de los padres de la escuela regional, John Paul II Academy, fue reconocido como el pastor distinguido del año para la región del sur por National Catholic Educational Association. Visité St. Pius el día de la Epifanía a principios del mes para ¡compartir la alegría! Por supuesto, todos los que conocen al padre Burks comparten una gran admiración por él, y ciertamente yo estoy entre sus admiradores. Su nombramiento dice mucho acerca de las escuelas católicas y la vida de las parroquias en nuestra arquidiócesis. Más que solo una elección, las escuelas católicas son el núcleo de la nueva evangelización en nuestra Iglesia y son vitales para el futuro de una sociedad fuerte y justa.

¡Elevemos los estándares! ¡Apoye a las escuelas católicas!

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